Apoc. 17, 18.
El cuadro ante nosotros en estos capítulos es peculiarmente solemne para el cristiano. No se trata ahora del juicio del mundo impío por sus muchos pecados y rechazo del Hijo de Dios, sino de aquella que por edades pretendió ser la verdadera esposa de Cristo en la tierra. Este es Su absoluto y final rechazo del más vil sistema que haya oscurecido la tierra_ un sistema que, a pesar de sus multiformes corrupciones y males, por largo tiempo ha demandado ser la verdadera iglesia de Dios, fuera de la cual no hay salvación.
El juicio de Babilonia evidentemente ocurre bajo la sexta copa, y es referido en esa conexión (Apoc. 16:19); pero la breve cuenta allí dada no es suficiente para el Espíritu de Dios. El tema siendo de inusual seriedad e importancia, Él se detiene, antes de proceder con la profecía, para dedicar dos completos capítulos a los detalles de esto.
Examinaremos primero Apoc.17. Este capitulo consiste de dos partes. Vv. 1-6 nos presentan la visión; los vv. 7-18 la interpretación del ángel de la visión. La visión es presentada en una notable forma: "Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas;" (v.1) Ningún lector cuidadoso puede fallar en sorprenderse con la similaridad del lenguaje aquí y en Apoc. 21:9. En el último lugar la verdadera esposa, la esposa del Cordero, es mostrada en toda la belleza y gloria en la cual está divinamente adornada; en el capitulo ante nosotros tenemos la mala y ofensiva imitación del diablo. Creemos que el Espíritu de Dios a propósito usó idéntico lenguaje al introducirlas a ambas, para que el contraste pudiese estar plenamente en nuestros pensamientos. Ciertamente nuestras almas puede sacar provecho e instrucción de la consideración de ambos cuadros, aunque ampliamente diferentes en carácter.
La amplia influencia de la ramera se declara en el hecho que ella "se sienta sobre muchas aguas." Esto se nos explica claramente en el v.15: "Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas" Influencia local nunca ha satisfecho a la falsa iglesia; ella siempre ha demandado ser "católica." Sus malos brazos se han extendido al norte, sur, este y oeste, para la desmoralización y perjuicio de todos aquellos que han venido a estar bajo su dominio, y sobre todo, para el deshonor de Cristo, cuyo nombre ella declara reconocer. Su incesante actividad por medio de sus muchos agentes y sociedades es bien conocida para nosotros. ¡Quisiera Dios que estuviese extendiendo fervientemente la preciosa verdad de Cristo!
Después, se declara su mal carácter antes los santos ojos de Dios: "con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación" (v.2) "Fornicación" es frecuentemente usada en una forma simbólica en las Escrituras. Los siguientes son algunos ejemplos entre muchos: 2 Crón. 21:11; Isa. 23:17; Ezeq. 16:29. Esto significa mala correspondencia con el mundo. ¡Lamentablemente esto ha sido verdadero de cualquiera que ha llevado el nombre de Cristo! La iglesia es la profundamente amada esposa del ausente Cristo, y pertenece al cielo, no a esta oscura y corrupta escena. Su camino debiese haber sido siempre el de una extranjera, simplemente pasando a través de su camino para encontrar a su Esposo en la gloria. Pero tempranamente, en los días de Pablo el mundo se había introducido entre los santos. Él velaba con profundo interés la obra de este en Corinto y otras partes. A los corintios escribió : "ya estáis llenos, ya estáis ricos, reináis como reyes sin nosotros, quisiera Dios que reinaseis para que nosotros también reinásemos con vosotros" (1 Cor. 4:8) Allí había una disposición a aceptar la comodidad y el honor aquí mas bien que llevar alegremente la cruz de Cristo.
Observe el lamento de este corazón fiel en 2 Cor. 11:2, "Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo."Babilonia no sabe nada de sentimientos como estos, sino que comercia con los grandes de la tierra para sus propios malos fines., y simplemente ha atontado a aquellos que se han puesto bajo su funesta influencia. Caer en su trampa es perder toda sensibilidad espiritual, y aun la misma conciencia.
"Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, "Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos" (v.3). Este punto de vista es muy sorprendente. Cuando el ángel mostró a Juan a la esposa del Cordero, lo llevó a "Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios," (Apoc. 21:10). Para entrar en los pensamientos de Dios acerca de la verdadera iglesia, debemos ser levantados sobre las nieblas y nubes de este mundo a la más clara atmosfera de Su propia bendita presencia. Pero ahora el vidente era llevado al "desierto" para ver "la gran ramera". De este modo el Espíritu de Dios quiere recordarnos que todo lo que la rodea a ella es estéril, aunque ella sea rica con esplendor. ¿Almas verdaderas no prueban esto? Las impresionantes y magnificas ceremonias de sus rituales pueden cautivar los sentidos, pero dejan al alma insatisfecha y hambrienta. El Ritualismo no es Cristo, y solo Él puede satisfacer al alma hambrienta y sedienta.
En conexión con ambas visiones, Juan nos dice que él fue llevado "en el Espíritu." Es importante notar esto. Por una parte, las cosas celestiales solo pueden verdaderamente aprenderse cuando estamos bajo la influencia del Espíritu Santo; por la otra, solo podemos realmente discernir el mal carácter de un sistema como babilonia cuando Él nos instruye. Con corazones engañosos como los nuestros, sería difícilmente seguro observar la gloria y esplendor de la ramera bajo algún otro guardián. Podríamos ser atraídos y entrampados.
Observe el asiento de la mujer. Ella cabalga sobre una bestia escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Diremos más acerca de esto cuando lleguemos a la interpretación de la visión por parte del ángel; solamente decimos ahora que este es el imperio romano reavivado. La ramera siempre ha amado y esforzado por obtener la supremacía terrenal y aun la realeza. ¡Cuan absolutamente opuesto a todo lo que Dios ha declarado como Su pensamiento y voluntad para Su iglesia! Su corazón está claramente en el mundo, no en el cielo; las cosas presentes y visibles son todo para ella., no las invisibles y eternas.
Examinemos ahora los contenidos de su copa de oro: "llena de abominaciones." El Espíritu significa por esto la idolatría (compare 1 Rey. 11:5,7). ¡Cuan terrible es que tal mal se haya introducido en la profesión cristiana! Tal es el pobre corazón humano que anhela un objeto que pueda verse. Esto es plenamente mostrado en el paganismo. En la cristiandad tales cosas vinieron primeramente como ayudas para la adoración y como recuerdos de los que habían partido; pero pronto estas cosas vinieron a ser objetos de adoración a sus supersticiosas mentes. Babilonia ha ayudado a esto enormemente por medio de su sacerdocio y jerarquía. Esto en claro y abierto desafío de la ley (Ex. 20:3-5); ¡Cuánto más opuesto es esto al Cristianismo!
¡Ay! ¡La idolatría asumirá una forma aun más grave en días futuros! Cuando los verdaderos santos de Dios dejen esta escena para la casa del Padre, y la presencia del Espíritu sea retirada, la plena altura del mal humano será alcanzada. Nos referimos, por supuesto, a los días del anticristo. Esto no será una mera imagen o crucifijo; sino el hombre, energizado por Satanás , asumirán el lugar y título de Dios, para su completa y terrible ruina.
La copa de la ramera contenía también "la inmundicia de sus fornicaciones" (v.4), lo que nos habla de las terribles corrupciones morales que habrán resultado de su culpable comunicación con el mundo. Los dos ingredientes de su copa aparecen en su primitiva forma en las epístolas a Pérgamo y Tiatira. Dirigiéndose a Pérgamo, el Señor la reprende por morar donde estaba el trono de Satanás. _ en el mundo_ y después procede a hablar de la "doctrina de Balaam, quien enseñó a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación" (Apoc.2:12-14).En Tiatira notamos un nuevo avance en el alejamiento y mal, porque Jezabel es puesta ante nosotros, que se llama a si misma profetiza y enseña, y seduce a los siervos de Cristo a cometer fornicación y comer cosas sacrificadas a los ídolos (Apoc. 2:18-22). Toda la epístola a Tiatira debiese ser cuidadosamente meditada en conexión con nuestro tema, y se verá que Babilonia la grande es realmente Tiatira desarrollada.
Observemos ahora el nombre y carácter de la gran ramera. El nombre está sobre su frente, no hay esfuerzo por ocultar algo. Los nombres en las Escrituras declaran el carácter. De acuerdo a esto en esta instancia tenemos corrupción desvergonzadamente desplegada. Mala como ha sido su historia en el pasado, hay más oscuros desarrollos en el futuro. Su pleno carácter aun no se ha expresado; pero el día de su completa manifestación está cerca. "y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA." (v.5).
Satanás siempre imita la obra de Dios. Dios ha hablado de un "misterio"_ Cristo y la iglesia (Efes.3); Satanás necesariamente también debe tener un misterio. Así en la misma época cuando Dios esté a punto de introducir Su Rey de reyes y Señor de señores, Satanás introducirá su rey de reyes en la persona de la bestia.
Además puede preguntarse, "¿Por qué la falsa iglesia es llamada Babilonia?" Es interesante y solemne estudiar de las escrituras del A. Testamento los variados caracteres que se concentran en la ciudad que lleva desde antiguo este nombre. En Gén.11:1-9, tenemos su fundamento como la expresión del orgullo humano y su independencia de Dios; en Gén. 10:8-12, en conexión con Nimrod esta viene a ser el asiento de la opresión y la violencia; después viene a ser conocida por su esplendor , considerando que aun Israel fue entrampado (Jos. 7:21); y finalmente, este fue el mismo centro de la idolatría, a la cual el pueblo de Dios fue llevado cautivo a causa de sus pecados e infidelidad hacia Dios (Isa. 44, etc.). Estas son algunas de las principales características de Babilonia en la palabra de Dios. Es extremadamente solemne por tanto que cuando el Espíritu de Dios selecciona un nombre por el cual describir a la iglesia profesante en su última etapa sobre la tierra Él no juzgó otro nombre más conveniente que Babilonia. El lector sobrio y reflexivo solo tiene que considerar y mirar alrededor, y verá todas estas características ante sus ojos bajo el santo nombre de Cristo.
No puede haber duda de que Roma está aquí ante el pensamiento del Espíritu de Dios. Dos señales son dadas_ una geográfica, y la otra política_ que el lector hará bien en observar. Se dice que la mujer se sienta sobre siete montes (v.9), y se declara también que es "la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra" (v.18). Roma, como una ciudad con siete montes, es bien conocida; su ascendencia política no fue menos aparente cuando la visión fue concedida al apóstol en la isla de Patmos.
Los abogados del papado frecuentemente se han esforzado para quitar el agudo filo de esta escritura por aplicar esto a la Roma pagana, pero en vano. Esto no es sino hacer violencia y forzar la palabra de Dios. Es mucho mejor reconocer la verdad de esto, y separarse del mal antes que el juicio caiga (Apoc. 18:4). Este es el camino divino para todos aquellos que realmente desean hacer la voluntad de Dios.
Por otra parte, Babilonia no debe limitarse al sistema papal. Estamos firmemente convencidos que esta incluye una gran parte más. Hemos escuchado y leído mucho en los últimos años acerca de "la reunión de la cristiandad", que parece ser el anhelado ideal de un gran número de cristianos profesantes. Creemos que esto llegará, pero esta será una reunión en un oscuro mal. Sin duda, mientras los verdaderos santos de Dios están en el mundo, tal calamidad será evitada. No pocos encontrarán considerables dificultades para renunciar a todo lo que ellos creen han aprendido de Dios, y de este modo es levantada una gran barrera por almas escrupulosas contra el cumplimiento de tal proyecto. Pero cuando todos los santos sean tomados a la casa del Padre, aquellos que quedarán en los variados sistemas eclesiásticos sin duda abandonarán sus diferencias doctrinales y otras, para unirse para el bien común, como ellos vanamente supondrán. De esta forma la ambiciosa Roma presidirá sobre los destinos religiosos de Europa una vez más, con los resultados que declara este capitulo. Ningún observador reflexivo puede fallar en ver que está es la dirección hacia la cual todo está tendiendo. Los cuerpos religiosos de hoy no son lo que una vez fueron. Las cosas ya han cambiado grandemente durante la mitad del último siglo. Doctrinas que eran consideradas como realidades vitales son ahora vistas como materias de opinión, para ser sostenidas o abandonadas a voluntad propia; principios por los cuales hombres sinceros contendieron y sufrieron en el pasado son vistos y considerados livianamente hoy. Los variados sistemas están gravitando hacia los otros en una forma que no podemos pasar por alto o negar. La iglesia establecida no está ahora dividida de Roma por un abismo insondable como antes; y los cuerpos disidentes la han seguido en un alarmante grado. No estamos ahora hablando del aumento de la fraternidad de los cristianos aparte de las diferencias denominacionales, sino de la gravitación de los variados sistemas los unos hacia los otros. Esto, creemos, culminará en Babilonia la grande, plenamente desarrollado. El cristiano, al menos, debiese detenerse y considerar.
Una característica más debemos considerar antes de volvernos de la visión a la explicación del ángel: "Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro" (v.6) .El vidente se sorprende, y ¡con mucha razón! Él sabía que Jerusalén estaba sedienta de la sangre de los santos (Mt. 23:34-37), y en el tiempo de la visión él estaba sufriendo bajo la mano persecutora de Roma pagana, pero aquí se le estaba mostrando un símbolo de la iglesia profesante, ¡y ella embriagada con la sangre de los mártires! Esto ha sido penosamente verificado. Roma pagana mató a miles, pero la Roma cristiana (así llamada) ha muerto a sus diez miles. ¡El día de ajustar cuenta está cerca! Los gemidos y lágrimas de los sin esperanza y sufrientes han subido a Dios. En Su libro todo está fielmente registrado, y las lágrimas están en Su botella. Una justa retribución debe caer aun. Babilonia será destruida y juzgada, para nunca más recuperarse.
En la interpretación de la visión se añaden algunas importantes particularidades (completamente usual en las Escrituras) , pero la interpretación está principalmente ocupada con la bestia. Sobre esto seremos breve, como lo hemos notado cuando hemos hablado del "Tiempo de los Gentiles". Tres cosas se declaran en cuanto a la bestia: "La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será." (Apoc. 17:8). Es decir, que ella tiene una historia pasada y en el presente no existe; pero será reavivada por medio del poder y energía satánico. De ningún poder sino de Roma podría escribirse esto. Babilonia, Medo-Persa, y Grecia cada uno han tenido du día y caído, para nunca más levantarse a un lugar imperial nuevamente en la tierra. Pero Roma se levantará una vez más. El poderoso poder de occidente será manifestado una vez más por Satanás justo en el tiempo cuando Dios vaya a introducir Su primogénito en el mundo.
Las siete cabezas y diez cuernos de la bestia son cuidadosamente explicadas por el ángel. Las cabezas tienen un doble significado. Primero, estas representan siete montes sobre los cuales se sienta la ramera, en lo cual reconocemos el bien conocido hecho de que Roma es una ciudad asentada sobre siete montes; segundo, "y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. 17:11 La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición. "(Apoc. 17:10,11). "Siete reyes," o formas de gobierno, cinco ya habían pasado en los días de Juan: reyes, cónsules, decenviros, tribunos militares, y dictadores ; la sexta, la imperial, estaba entonces en poder. Se piensa, por muchos, que el séptimo puede haber sido el imperio de Napoleón 1. El propósito de Satanás por medio de él fue evidentemente reavivar el antiguo imperio romano, pero el tiempo de Dios aun no había llegado, de manera que él continuó por un breve espacio. El octavo, que es de entre los siete, creemos, será el poder imperial reavivado. En Apoc. 13:3, donde el mismo poder está ante nosotros, la cabeza herida de la bestia fue sanada, por lo que comprendemos el avivamiento de la autoridad imperial.
Los cuernos son reyes, y el ángel nos dice: "Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. 17:13 Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia" (vv. 12,13). Es muy claro que esto es aun futuro. Nunca en el pasado el imperio romano ha consistido de diez reinos unidos, como lo describe claramente esta profecía. En tiempos antiguos los vastos dominios de Roma estuvieron bajo un gobierno, y desde principios del siglo quinto éste ha estado en un estado de disolución, y reinos más pequeños se han levantado de sus ruinas. Pero en el futuro diez reinos distintos se unirán, cada uno reteniendo su propio soberano, aun así bajo el liderazgo general de un solo cabeza.
La ramera, entonces, cabalgará sobre la bestia. Esto no es verdadero en el momento actual, pero Babilonia logrará esto una vez más. Los pontífices ahora, a causa de su limitado poder político, comparado con edades pasadas, están siempre intrigando para poseer más. Sus sueños y deseos serán abundantemente realizados en el tiempo del fin, aunque solo por un breve espacio.
La ramera encontrará su juicio por parte de aquellos a los cuales ha gobernado. Cansados de sus encantos, y saturados con la infidelidad (rápidamente obrando hoy), ellos se volverán contra ella y la destruirán y despojarán: "Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; 17:17 porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios. " (vv. 16,17) Citamos aquí de la Versión Revisada Inglesa. "Y la bestia" es correcto, no "sobre" o "en". La bestia, el jefe imperial, y sus reyes satélites tendrán un solo pensamiento en su indignación y rabia contra la ramera. La superstición caerá ante la infidelidad, para no resucitar nunca más. Esta será separada del estado con venganza. Toda profesión del nombre de Cristo será abandonada, y la gran riqueza de Babilonia será cogida y apropiada por los gobernadores de la cristiandad.
Pero aunque su caída será por medio de los poderes del mundo, la mano de Dios está en la materia. Él tiene un largo azote para la gran corruptora y persecutora sangrienta de Sus santos. El lado de Dios de este asunto se muestra en Apoc.18, y esto explica Apoc. 17:17, que nos dice que "Dios ha puesto en sus corazones cumplir Su voluntad." En Apoc. 18:1,2, leemos, "Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.
18:2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible."
Jerusalén antiguamente encontró su juicio a manos de Nabucodonosor, pero Dios estaba en esto, y lo mismo sucede aquí. Dios permitirá que las manos inicuas de los hombres despojen y destruyan a la ramera ,pero a pesar de ello es Su mano la que está en ello. Hay una solemne secuela a esta caída. Excitado por su logro, la bestia y sus confederados se volverán contra el Cordero a Su aparición, pero para su propia ruina, esto difícilmente necesita decirse (Apoc.17:14)
Los llamados a "salir fuera de ella" han confundido a muchos lectores de estos capítulos. Creemos que el llamado del Espíritu de Dios tiene como propósito tener una influencia para el pueblo de Dios en todos los tiempos, y no solamente en el tiempo cuando esto esté en proceso de cumplimiento. De esta manera, dondequiera que el ojo ungido de un santo discierne las características de Babilonia, sobre él recae la responsabilidad de apartarse del mal, para no tener comunión con sus iniquidades, y ser así limpio de sus plagas. "Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo" (2 Tim. 2:19)
La caída de Babilonia llena a los reyes de la tierra_ aquellos fuera del imperio romano_ con aflicción y desmayo. Sus amargas lamentaciones son vívidamente descritas por el Espíritu de Dios en Apoc. 18:9-14. Los mercaderes y también los marineros se lamentarán: "diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada!" Ellos bien pueden lamentarse. El lamentable alejamiento de la simplicidad de la apostólica cena del aposento alto ha hecho que la falsa iglesia sea la mejor clienta que los comerciantes del mundo han tenido. Pero esta, una vez destruida, nunca más será restaurada; su ruina es final e irrevocable.
Un poderoso ángel significativamente tomó una gran piedra en presencia del vidente y la arrojó al mar diciendo, "Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti. Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. " Israel, por el contrario, después de su larga carrera de mal, será restaurado por Dios a Su favor en gracia y misericordia soberana.
Cielo y tierra están en completo desacuerdo en cuanto a esto, como, ¡ay! Acerca de muchas otras cosas. Mientras la tierra se está lamentando por la ruina de esta esplendida ramera, todo el cielo se llena de regocijo. "¡Aleluya!" Resuena a través de los atrios del cielo porque una sucia mancha finalmente ha sido quitada de delante de Dios, de manera que un gran deshonor a Su verdad ha llegado a su fin. Las bodas del Cordero siguen, para gozo de Dios y Sus santos.
W.W. FEREDAY
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