Después de haber dado estas explicaciones, retorno al tema de la ruina de la actual dispensación, es decir, del sistema establecido por Dios aquí abajo_ a lo que dice la palabra de Dios concerniente al destino de esta dispensación. Deseo hablar con todo el respeto posible; pero me parece que nuestro hermano ha fallado en comprender lo que dice la Biblia sobre este tema. Este no es el lugar para cuestiones con relación a las iglesias, sino de las intenciones o las advertencias de Dios, concerniente a aquello que fue establecido sobre la tierra, después de la muerte y exaltación de nuestro Señor Jesús. No me aferro a la palabra dispensación, aunque esta se usa generalmente para especificar cierto estado de cosas, establecido por la autoridad de Dios, de un periodo dado. El autor del panfleto da a ésta este sentido cuando habla de la dispensación levítica, la presente dispensación, la dispensación de la plenitud del tiempo, etc. lo que ahora tenemos que hacer, es tratar y conocer lo que concierne a la dispensación actual.
La mayor parte de la dificultad, que en general se presenta a los pensamientos de los fieles sobre este tema, consiste en confundir las intenciones de Dios con relación a la dispensación con Sus consejos respecto a los fieles encontrados en ella. Estos consejos nunca pueden fallar en su efecto, pero la misma dispensación puede pasar y llegar a un fin (aunque habiendo sido para la gloria de Dios, al haber desplegado Sus designios), porque la infidelidad del hombre la ha hecho inadecuada para ser el medio de manifestar más esta gloria. Entonces Dios, quien conoce de antemano todo lo que se propone cumplir, sustituye esta dispensación por otra en la cual el hombre es puesto en otra forma de prueba, y de esta manera todos los tratos de Dios son manifestados, y Su multiforme sabiduría brilla en su verdadera brillantez aun en los lugares celestiales. Sabemos que la dispensación levítica ha pasado, y que los fieles que se encontraban allí han sido salvados conforme a los consejos de Dios. Nuevamente examinemos, con más desarrollo, lo que dice la palabra de Dios de la dispensación actual.
Primero, tenemos una muy solemne pregunta, que está íntimamente conectada con el destino de la dispensación. ¿Es esta dispensación la última? Esta es evidentemente una pregunta de gran importancia. El autor del panfleto dice que, después de todo, esta es siempre la misma dispensación de la plenitud de los tiempos que subsiste; es siempre judíos y gentiles formando un cuerpo en Cristo por fe, y siendo el pueblo de Dios bajo el nuevo pacto. Esta dispensación de la plenitud de los tiempos, dice él, es suficientemente explicada en Gál.4:4, "pero cuando llegó la plenitud del tiempo," etc., y la reunión de todas las cosas en Cristo, dice él, se explica suficientemente en Efes.2 por reunir a judíos y gentiles en un cuerpo de Cristo. Si me atrevo a lamentarme de expresiones, diría que no deseo escuchar que se diga que un pasaje es suficientemente explicado por el otro. Deseo más bien buscar lo que Dios tiene que decir en cada pasaje.
¿Se me permite hacer un comentario aquí? Difícilmente puedo suponer que el autor del panfleto ignora todo lo que se ha escrito sobre el sujeto de la venida del Salvador para introducir una nueva dispensación. Un gran número de cristianos de todas las denominaciones, y aun de sus hermanos en el ministerio, ya sea nacional o disidente, creen plenamente, como una verdad de la fe cristiana, que habrá otra dispensación antes del fin del mundo. Dudo realmente, si entre estos hermanos disidentes cuyo ministerio es poco conocido (esto se refiere a Suiza) haya uno que no crea en esta verdad. No los cito a ellos como autoridades; pero estoy sorprendido que el autor se complazca a sí mismo al decir que Gál. 4:4 suficientemente explica Efes.1:10.
Examinemos un poco esta cuestión por la palabra de Dios. Primero, aunque en muchas traducciones el parecido entre la plenitud de los tiempos de Efes. 1:10 y la plenitud del tiempo en Gál. 4:4 puede sorprender a las personas, sin embargo este parecido no existe en el griego.
El pasaje de la epístola a los Gálatas solo significa que el periodo había llegado, que el tiempo que había corrido estaba cumplido, o, si usted quiere, que el tiempo propuesto y ordenado en la sabiduría de Dios había llegado plenamente. Martin traduce "cumplimiento del tiempo," que me parece muy exacto. Pero en Efesios 1:10 es la dispensación de la plenitud o del cumplimiento de los tiempos, la dispensación que se caracteriza como el cumplimiento de todos los arreglos de Dios.
Ahora, no es una dispensación la que está en cuestión, cuando se dice que un cierto término ha llegado, que un cierto hecho es cumplido; aunque el hecho puede ser el fundamento de la dispensación actual. Lejos de ser una descripción de esa dispensación, ya que la mayor parte de la descripción gira sobre aquello que ha precedido la dispensación, sobre eso que debía ocurrir antes de que la dispensación existiese. Cristo nació bajo la ley no en esta dispensación, aunque Su nacimiento necesariamente la ha precedido. Tampoco es una cuestión, en este pasaje de Gálatas, de la reunión de judíos y gentiles en un cuerpo, sino de la relación de los redimidos con Dios. Y si la unión de judíos y gentiles explica suficientemente la unión de todas las cosas en Cristo, pregunto, ¿cuál de los judíos o gentiles representa las cosas que están en los cielos? (Efes.1:10). Además, los judíos serán restaurados y bendecidos como una nación en la dispensación que ha de venir, que es una cosa completamente distinta de su unión con los gentiles en un cuerpo. Aquí estamos sobre un punto fundamental, sobre lo que depende la cuestión. Siento que debo señalar esto claramente. Nuestro hermano dice, que la dispensación actual es la dispensación de la plenitud de los tiempos, que Gál. 4:4 se refiere a esto también, y que es siempre esta dispensación la que subsiste, aunque en diferentes fases; en resumen, que al retorno de los judíos esta dispensación subsistirá, como también la dispensación de la reunión de judíos y gentiles. Esto es evidentemente un punto capital; porque, si hay otra dispensación esta necesariamente debe terminar, en lugar de subsistir hasta el fin.
Por mi parte, digo, que no hay conexión entre Efes. 1:10 y Gál.4:4; y además creo que el autor ha confundido el nacimiento y la primera venida de Cristo (Gál.4:4) con la dispensación de la plenitud de los tiempos; que esta dispensación de la plenitud de los tiempos aun no existe, y que la dispensación actual debe terminar en cuanto a dar lugar a otra. Dudo que se encuentre entre sus hermanos alguno, bien instruido en la palabra, que pudiese concordar con él en sus afirmaciones; y aun así todo su sistema depende sobre su estar bien fundamentado. Pregunto a cada hermano, capaz de formarse un juicio, si la explicación que nuestro hermano ha dado de Efes. 1:10 y Gál.4:4, es justa. ¿Encontrarán también que la aplicación de la expresión "la dispensación de la plenitud de los tiempos" a la dispensación actual es correcta? Pongamos gran atención a esta pregunta. Dios se ha agradado en revelar a la iglesia el misterio de una futura dispensación; el sistema del autor del panfleto oculta el misterio y sumerge a la iglesia nuevamente en la ignorancia en este respecto. No ha sido la voluntad de Dios que los cristianos de entre los gentiles ignoren que Israel fue rechazado, como nación, pero solo durante el periodo de la plenitud de los gentiles. El autor hace el misterio una vez más desconocido, y desea tener a los judíos, como un cuerpo nacional, tomando su lugar en la plenitud de los gentiles.
La supremacía de Cristo sobre todas las cosas se encuentra manifestada en el primer capítulo de la epístola a los Colosenses distinta de Su supremacía sobre la iglesia. Una cosa pertenece a Sus derechos como Creador, aunque Él las goza como Hombre; la otra del poder de Su resurrección, de acuerdo al cual Él es Cabeza del cuerpo (ver, para lo primero, Col. 1:15,16; y para lo segundo, v.18). De manera que no es verdad que estas palabras, la iglesia y todas las cosas, son términos idénticos, que, en el pasaje (Efes.1:10), la reunión en uno de todas las cosas es un misterio revelado a la iglesia, y que, al fin del capitulo, tenemos a Cristo, Cabeza de Su cuerpo , la iglesia, sobre todas las cosas.
No digo que el panfleto me haga decir, "que la dispensación de la plenitud de los tiempos ha fallado;" porque niego completamente que esa dispensación aun haya llegado. Añado que la salvación a través de la sangre de Cristo existió antes de esta dispensación, y de igual manera, que habrá fieles en el tiempo del anticristo, y es evidente que acceso al trono de la gracia estará aun abierto; pero eso no impide el hecho, que esta dispensación está en un estado de ruina, que la apostasía existe, porque la palabra de Dios afirma que la presencia del anticristo será la señal de que la apostasía ya ha llegado[1]. Repito lo que he dicho en mi panfleto, que la reunión en un cuerpo de los hijos de Dios (no como el autor de la respuesta me ha hecho decir, la reunión en uno de las iglesias) fue el inmediato objeto de la muerte de Cristo en relación con esta dispensación, porque Juan dice eso en su evangelio, Jn.11:52. El pasaje (Efes. 2:17,18) citado por el autor de la respuesta muestra lo contrario, y prueba lo que digo, si se examina desde el v. 16 hasta el final; y el cap. 3:4-6.El tema que el apóstol trata en todo el pasaje, no es la salvación en Cristo, o el acceso de un cristiano al trono de la gracia, sino la unidad del cuerpo. Sería imposible aquí entrar en las cosas que prueban que una nueva dispensación tomará lugar a la venida del Señor. Esto ha sido tratado en otra parte.
Solo mencionaré que Hech.3 nos enseña que los tiempos de refrigerio vendrán de la presencia de Dios, cuando Él haya enviado a Jesús; que entonces las gloriosas cosas dichas por los profetas tendrán su cumplimiento, pero no antes. No es sino hasta después que la plenitud de los gentiles (toda la iglesia de entre los gentiles) haya entrado, que Dios salvará a Israel; es solo cuando Dios haya puesto fin a los tiempos de los gentiles y hecho pedazos la imagen, que la pequeña piedra crecerá y vendrá a ser una montaña que llenará la tierra (Dn.2:33,34); finalmente, el Señor vendrá para ejecutar juicio sobre las naciones, lo que evidentemente pondrá fin a la dispensación. Entonces los judíos serán reconocidos como la nación favorecida por Dios, que es una cosa imposible mientras dure la dispensación actual. El autor del panfleto me permitirá decirle, que para fundamentar su argumento con relación a la iglesia y la dispensación actual sobre la afirmación que Efes.1:10 es suficientemente explicado por Gál.4:4, de ninguna manera esto se encomienda a aquellos que siempre han estudiado la palabra. Es evidente que habrá una dispensación en la cual el Señor reinará en justicia; ahora Él está tratando en la paciencia de la gracia[2].
Probemos ahora por evidencias directas, que esta dispensación, a su fin, será un estado de ruina y no de restitución. El Señor nos dice que, como fue en los días de Noé, y de Lot, así será "cuando el Hijo del Hombre sea revelado." Allí habrá, sin embargo, personas fieles, a quienes Dios sabrá como preservar; ¡Bien! ¿No cree el autor que el mundo, en tiempos de Noé y Lot, estaban en un estado de ruina? Así será cuando el Hijo del Hombre sea revelado. El estado de cosas existente entonces era uno de ruina, aunque había allí personas fieles. Este puede llamarse una economía, dispensación, o lo que a usted le agrade; la fuerza de la verdad aquí es obvia.
En cuanto a 2 Tim.3, no he citado esto con el pensamiento de que esto por si mismo pudiese mostrar la existencia de una apostasía; sino para mostrar que la palabra de Dios siempre nos presenta el cuadro de la ruina del estado de cosas establecido por Dios_ una ruina que la presencia de unos pocos fieles no puede impedir_ una ruina que terminará en completa apostasía, y en la manifestación del anticristo, y que terminará en juicio o corte de ella. Los tiempos peligrosos vendrán: esto es todo lo que ve nuestro hermano; pero ¿en qué consiste la dificultad de estos tiempos? Es esta: que los hombres, cristianos por profesión, se encuentran nuevamente en la condición reprobada de los gentiles, descrita en Rom.1. Y se añade que los malos hombres irán de mal en peor. Se dice, que los hombres estarán en este estado. ¿No es ese un estado de ruina, una condición caída, cuando la descripción de la cristiandad es como la de los gentiles, a quienes Dios ha entregado a una mente reprobada? Compare Rom.1 y 2 y 2 Tim. 3. En el original el parecido es aún más impactante. Por tanto tiempos difíciles no solo son anunciados, sino también se nos muestra el carácter especial de estos tiempos. Podemos añadir que, cuando los tiempos son tan difíciles hay necesidad de extraordinarias advertencias , es evidente que este debe ser un estado general_ un estado que caracteriza la dispensación, y más o menos en contraste con aquellos de los primeros tiempos. De esta manera leemos en 2 Tes. 2_ la gran apostasía _ que aun no ha sido consumada. Pero en la aplicación de este pasaje al destino general de la economía, afirmo que esto nos enseña acerca del misterio de iniquidad que estaba obrando en el día del apóstol, y que debía continuar, y cuando aquello que lo restringe fuese quitado, el inicuo sería revelado, a quien el Señor destruirá con el resplandor de Su venida; y que, previo a esto, la apostasía tendría lugar.
¿No es la ruina de la dispensación, la manifestación de una apostasía, cuyos principios ya estaban obrando en el tiempo del apóstol, y solo esperaba hasta que lo que la restringe sea quitado de en medio, para manifestarse en el inicuo? El autor dice que esto no prueba que la dispensación ha sido cerrada. Yo no creo que ésta esté cerrada, no he dicho esto, pero eso revela la ruina de la dispensación_ una ruina, el instrumento de lo que ya estaba obrando, y que termina en apostasía y juicio. Eso es lo que he dicho.
En la palabra de Dios vemos dos grandes misterios, que se desarrollan durante la dispensación actual: el misterio de Cristo, y el misterio de iniquidad. Los consejos de Dios, comprometidos en lo primero, tienen su cumplimiento en el cielo. La unión del cuerpo de Cristo con Él en gloria evidentemente tendrá su cumplimiento sobre lo alto. Pero, por el poder del Espíritu Santo, debe haber sobre la tierra durante esta dispensación la manifestación de la unión del cuerpo de Cristo. Pero aquí la responsabilidad del hombre es introducida por su participación en esta manifestación aquí abajo, aunque al fin todo será para la gloria de Dios. Por tanto la dispensación puede estar en un estado de ruina, aunque los consejos nunca pueden fallar; por el contrario, nuestro fracaso será vuelto para Su gloria, aunque Él juzgue justamente.
En esta esfera de la responsabilidad humana, Satanás puede introducirse desde el momento que el hombre falla en apoyarse sobre Dios. Conocemos esto por la experiencia de cada día.
Está revelado, entonces, que el misterio de iniquidad seguiría su curso. No se trata aquí de consejos, sino de un mal hecho en el tiempo. La cuestión aquí es del misterio de iniquidad; la apostasía no es un misterio. No hay necesidad de una revelación para informarnos que un hombre que niegue a Jesucristo no es un cristiano; él dice esto. Pero en este caso, es un mal que ha comenzado obrando en el seno de la cristiandad, en relación con el Cristianismo; un misterio del cual el inicuo será la plena revelación, como la gloria de Cristo y la iglesia será el pleno cumplimiento del misterio de Jesucristo. Las palabras traducidas, en muchas versiones "iniquidad" y "malo," son las mismas en el original; salvo que uno indica la cosa, y la otra a la persona. Este misterio de iniquidad estaba obrando en días del apóstol: después el velo sería quitado. La apostasía tendría lugar entonces: y finalmente la iniquidad llegaría a su fin por la aparición de Cristo. De este modo la dispensación es llevada a un final: esto es lo que tenemos revelado en este pasaje. Entonces, como vemos en otras partes, esto será para introducir la gloria y reino de Cristo, de manera que toda la tierra será llena con el conocimiento de la gloria de Dios.
Lo que sea que los cristianos y los teólogos puedan haber dicho sobre la parábola de la cizaña (Mt.13), puede permitirse decir que esto nos enseña algo completamente diferente de lo que nuestro querido hermano encuentra aquí. Él nos dice que ‘dondequiera que el Señor siembra la buena semilla, el enemigo también vendrá para sembrar la cizaña, y así será hasta el fin'. Esto no es todo lo que declara la parábola, aunque la cosa pueda ser verdadera en sí misma.
La palabra nos presenta una similitud del reino de los cielos, a la cual pertenece esta dispensación, y de la cual forma parte. No hay sembrador sino el Hijo del Hombre, y la obra que Él ha hecho es estropeada, no en cuanto al granero, porque Él sabrá como separar el trigo de la cizaña, sino en cuanto al mundo, en el cual la obra de esta dispensación toma lugar. Vemos también que el mal, que se introdujo en el mismo comienzo debido al descuido de los hombres, y que no puede ser reparado por los hombres como un todo, y en este mundo. Porque esta es una dispensación de gracia y no de juicio.
Los consejos en cuanto al trigo no pueden fallar_ éste estará en el granero. Pero la obra, con respecto a este mundo, ha sido estropeada; porque los hombres a los cuales les había sido confiada, y a causa de su descuido han dado ocasión a la obra del enemigo, a la cual no puede aplicarse ningún remedio, mientras la dispensación subsiste. No he dicho que esta parábola prueba que el mal debía ir en aumento; sino que he dicho que el Señor ha pronunciado este juicio: que los siervos no podían remediar este estado de cosas. ¿No es esto lo que dice la parábola? Nunca se dice en la palabra que la apostasía ahogaría al trigo, o a los fieles. Habrá fieles bajo el periodo del anticristo, como hemos visto, aunque es cierto que la apostasía existirá entonces. En cuanto a mí, solo me atrevo a decir lo que la palabra ha predicho. Veo un mal, al cual ha dado lugar el descuido del hombre, que ha estropeado la obra del Señor, en cuanto a su estado y como un todo en el mundo, que solo el Salvador puede remediar, y que Él remediará poniendo fin a esta dispensación, a esta edad, por medio de la siega.
Suplico a aquellos que desean conocer los pensamientos de Dios, que comparen muy cuidadosamente lo que he dicho con los textos citados, y para ver si todo es correcto. Nuestro hermano pasa por alto Judas, porque lo que yo he dicho es oscuro. Me esforzaré en hacer esto claro. Digo que la palabra de Dios nos enseña que el mal que será el objeto del juicio del Señor Jesús, a Su venida, entró en la iglesia desde su comienzo; y que este mal continuará, y eso, a pesar de toda la bondad y paciencia de Dios, Él la juzgará. Cito a Judas en apoyo de esta afirmación. Él nos enseña que ciertos hombres habían entrado encubiertamente en la iglesia, quienes estaban marcados de antemano para esta sentencia. Aunque en ese tiempo estas personas no se manifestaban aun así, él presenta, por el espíritu de profecía, estos tres caracteres: el odio natural de un corazón alejado de Dios, como el de Caín; la enseñanza del error por una recompensa, como en Balaam; y abierta rebelión como en Coré. En esta última etapa ellos perecen. Él dice, es de estos que Enoc había profetizado cuando dijo que el Señor vendría con Sus santas millares para juzgar a aquellos que han hablado contra Él, etc. Sin embargo, habrá fieles; pero ya, aun en el tiempo de Judas, el mal, que debe terminar en abierta rebelión y que debe ser el objeto del juicio de Cristo a Su venida, existía ya en la iglesia.
Examine la epístola (no es larga), y vea si no habla de un mal que ya se había introducido en la iglesia, y que traerá el juicio de personas que aún estaban ocultas, pero que, siendo más plenamente manifestadas, serían el objeto de este juicio. ¿cuál es la impresión producida por la epístola, si no es una advertencia a un remanente fiel contra un terrible mal que traería este juicio_ contra un mal que existía entonces en el seno de la iglesia, que la condición de Sodoma y Gomorra, y de los ángeles caídos, presentaban un terrible pero justo cuadro? ¿No era ese un estado de ruina y fracaso, que entonces solo estaba brotando, es verdad, pero cuyas características y fin no estaban ocultas del Espíritu profético en el apóstol? Si hay oscuridad en todo esto, al menos hay en esta oscuridad una terrible sombra, una sombra que Dios ha puesto allí, y que presiona sobre nosotros no pasar por alto esto fácilmente, especialmente cuando tan grave materia está en cuestión, como es el destino de la iglesia.
Aquí tengo un importante comentario que añadir. Esta epístola de Judas, que en una manera especial trata de la ruina, como también aquella de Juan, que pone a los fieles en guardia contra los anticristos, de ninguna manera se dirige a una iglesia, sino a todos los que componen la iglesia en general, a los fieles teniendo intereses y un destino común. Lo mismo puede decirse de la segunda epístola de Pedro, que también habla de lo mismo, aunque ésta tiene un carácter más en relación con los cristianos de entre los judíos.
El autor del panfleto pone a un lado todo lo que puede ser citado de Apocalipsis. Sabemos que el Espíritu ha dicho, "bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guarda las cosas escritas en ella, porque el tiempo está cerca." Y no puedo refrenarme de decir, que es precisamente sobre este punto en cuestión que esta advertencia y promesa ha venido a ser importante.
No deseo entrar en los detalles sobre el Apocalipsis; pero pregunto, ¿no nos presenta este libro en su parte profética, cuando Laodicea (la última de las iglesias mencionadas) ha sido vomitada de la boca del Señor, y cuando Juan ha sido tomado al cielo? ¿Es este el establecimiento de la dispensación en bendición, o profecías muy claras acerca de su miseria y juicio? En cuanto a mi, encuentro que los reyes de la tierra se reunirán por medio de espíritus inmundos para hacer guerra contra el Cordero; que Babilonia la grande corromperá la tierra, hasta que ella sea juzgada; y que la vid de la tierra será arrojada en el lagar de la ira de Dios, y hollada allí; finalmente, que los reyes de la tierra, perseverando en el mal, darán su poder a la bestia, y que, a través del juicio de Dios sobre ellos, quienes tendrán una sola y misma voluntad.
Ahora no interpreto, tomo estas cosas como un todo. ¿Anuncian ellas, incluyendo la vid de la tierra, un estado de corrupción, de apostasía, y finalmente de corte o puesta a un lado de esta dispensación, antes del comienzo de los mil años de bendición que vendrán por la presencia del Señor? No pienso que la iglesia haya hecho algún bien por poner a un lado tales advertencias; porque Dios ha ligado una bendición especial a aquellos que las escuchan. Si el autor del panfleto no desea detenerse sobre esto, no debe sorprenderse si alguno llama la atención de los hijos de Dios a tales porciones de la palabra. Permítame recordarle que, si este libro fue dirigido a las iglesias existentes entonces, la cuestión, por habérseles dirigido a ellas, no era de iglesias, sino de ruina, apostasía, y de juicio. Este es el futuro el que se le presentó a Juan cuando subió al cielo. Si había iglesias, ellos debían dar a atención a esto.
En 1 Jn. 2:18, tenemos un muy sorprendente ejemplo de la forma en la cual los últimos tiempos se presentan a la mente y pensamiento del apóstol, al espíritu de profecía que Dios le había dado. Estos tiempos se caracterizarán por la presencia del malo, del anticristo, y además de eso, aun en los tiempos de los apóstoles, las señales entonces eran. "Sabéis que el anticristo viene," este era un tema del cual aun bebés en Cristo eran informados. "aun ahora hay muchos anticristos; por lo cual sabemos que este es el último tiempo." Finalmente, el apóstol llama la atención a los pequeños en Cristo a la venida del Salvador. Uno debe admitir ciertamente, que la presencia del anticristo es una señal de la ruina no de los fieles, sino de la dispensación como un todo, y que el tiempo de corte y juicio de ella se estaba acercando. ¿No es también verdad, que el pasaje en Juan confirma el testimonio dado a esta verdad, que el mal ocasionaría el corte de aquello que se había introducido desde el principio, y continuaría hasta que Dios ejecutase el juicio, que destruiría al inicuo, y que como consecuencia la dispensación no sería restaurada?
Si la paciencia de Dios ha soportado el mal por largo tiempo, ¿implica eso que el juicio será menos cierto para Aquel que mil años son como un día y un día como mil años, o para la fe que se aferra solamente a Su palabra?
Ahora llegó a Rom.11. Aquí los argumentos del autor del panfleto están contra el apóstol y contra mí. Él dice que, en vista a que el corte de la dispensación tenga lugar, los judíos como los gentiles deben encontrarse en ésta. ¿No ha escuchado él jamás, en la palabra, de iglesias de los gentiles; de un apóstol de los gentiles; de una recepción de gentiles como un cuerpo, cuando los judíos han sido cortados; gentiles sobre los cuales ha sido invocado el nombre de Dios? Es verdad que, en cuanto al principio fundamental de la iglesia, no hay en ella judío ni gentil, porque todos son vistos como resucitados juntamente con Cristo; pero en cuanto a la dispensación terrenal de la iglesia, hubo un apóstol de los gentiles y otro de la circuncisión. Hubo también esta distinción_ "al judío primero, después al griego;" y es de esta dispensación terrenal que estamos hablando.[3]
Creo que nuestro hermano encontrará que la muerte de Esteban fue la ocasión para un importante cambio en este respecto; es de eso que estamos hablando. Los judíos entonces eran culpables, porque habían rechazado no solo al Hijo del hombre, sino también el testimonio del Espíritu Santo a la gloria de Jesús.
El apóstol aquí habla de las ramas injertadas en el buen olivo en lugar de aquellas que habían sido cortadas; él habla de la dispensación de las promesas de Dios. Este ya es un importante principio. Él habla de gentiles, como habiendo tomado el lugar de los judíos, en el goce de la dispensación de las promesas (ver vv. 12,13); porque los judíos fueron cortados dispensacionalmente del olivo. Es evidente que los fieles entre ellos no fueron cortados de Cristo_ lejos de eso, ellos gozaron de comunión con Él en una forma infinitamente más elevada que la que poseían antes; pero, como una dispensación, las ramas judías han sido cortadas. Hay entonces, además de la unión de Cristo con los fieles, privilegios gozados como una dispensación, que pueden perderse; porque los judíos, como una dispensación, los han perdido. El apóstol nos dice, además, que los gentiles han sido puestos en el lugar de los judíos, en esta posición; no soy yo quien dice esto, sino el apóstol. Él también nos dice, que en esta posición ellos, como los judíos, son responsables, y pueden ser cortados, como lo han sido los judíos, aunque el remanente ha gozado, posteriormente al corte de la dispensación, privilegios más elevados, como los fieles de la dispensación actual gozarán con el Señor en gloria durante el reino de mil años, aunque la dispensación en la cual ellos han sido fieles ha terminado; es decir, a pesar de que Dios haya puesto fin a la dispensación actual, en la cual Él ahora se pone a Si mismo en relación con los hombres aquí abajo.
En diferentes dispensaciones, Dios se ha puesto en relaciones con los hombres, sobre ciertos principios; Él los juzga a ellos de acuerdo a estos principios. Si aquellos que están en estas relaciones exteriores son infieles a los principios de la dispensación, aunque Dios pueda tener gran paciencia, Él pone un fin a ésta, mientras al mismo tiempo preserva a los fieles para Sí mismo; esto es lo que Él ha hecho en cuanto a la dispensación judía. ¡Bien! Este capítulo nos informa que los gentiles han sido injertados en el lugar de los judíos, note, que al hacer esta declaración, no argumento concerniente a lo que debía ser, sino que cito la revelación de Dios contenida en este capítulo. El Espíritu Santo habla de gentiles, y los pone a ellos bajo responsabilidad, y los amenaza con el mismo destino de Israel.
Examinemos más de cerca este capítulo. Primero, el apóstol distingue entre los consejos de Dios, y el goce de los privilegios ligados a la dispensación. En cuanto a los consejos de Dios, los judíos, como nación, deben gozar de las promesas, que les han sido hechas en Abraham, Isaac, y Jacob, a pesar de todo lo que pueda ocurrir, porque "irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios." Esto es además lo que ocurrirá en otra dispensación en el mundo venidero[4].En la dispensación actual[5], lo que nos es presentado es un cuerpo, reunido para el cielo sacado de todas las naciones. Pero en cuanto a la dispensación de Dios, los judíos deben ser cortados hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y la puesta a un lado de la dispensación no impide que un remanente sea librado y salvado: esto es lo que el apóstol muestra al comienzo del capitulo.
Los consejos de Dios permanecen firmes, en cuanto a los judíos, aunque la dispensación judía es puesta a un lado, y un remanente es preservado_ a pesar de su apostasía y corte, para formar parte de otra dispensación. Mientras tanto, este remanente ha perdido su carácter judío, y lo que está ante nosotros es la introducción de la plenitud de los gentiles, después que Dios nuevamente tome Sus consejos y tratos con la nación judía. Puestos a un lado durante esta dispensación, pero guardados por la poderosa mano de Dios, judicialmente cegados, y enemigos concerniente al evangelio, esta nación a pesar de ello es amada por causa de los padres. Este rechazo de los judíos es la reconciliación del mundo. Los gentiles son injertados en el buen olivo de las promesas hechas a los padres, y, dice el apóstol, bajo la misma responsabilidad que ha resultado en el corte de las ramas judías. De manera que, si ellos no permanecen en la bondad de Dios, ellos también serian cortados; por lo cual debían dar atención a esto, y no mantener la idea que ellos no podían caer como habían caído los judíos, viendo que eran sujetos a las mismas condiciones: "severo para aquellos que cayeron." El misterio de iniquidad; el sueño durante el cual el enemigo siembra cizaña: tiempos peligrosos; el estado de los cristianos que es semejante al de los paganos; finalmente, la apostasía; todo esto no es, me parece, permanecer en la bondad de Dios.
Además, el apóstol no quiere que seamos ignorantes acerca de este misterio, que debe entrar la plenitud de los gentiles, y entonces Israel será salvo como una nación por la venida del Libertador, quien saldrá de Sión y que apartará la iniquidad de Jacob. De este modo Israel, Jacob, la nación será salvada, porque los consejos de Dios no cambian. ¿Pero tiene lugar esto en esta dispensación? De ninguna manera; esta tiene como su principio, la ausencia del Salvador, y un llamamiento celestial, por la presencia de otro Consolador, quien nos une a Jesús en los lugares celestiales, y quien, al comunicarnos Su perfecta y cumplida salvación, nos hace andar como peregrinos y extranjeros aquí abajo, siendo uno cuerpo con Aquel que está en lo alto, luchando contra espíritus de maldad en lugares celestiales, y pasando a través de un mundo llamado "este presente siglo malo", mientras tomando la cruz para seguir a Jesús en Su humillación. Pero Israel será salvado, cuando el Libertador venga de Sión. El mundo será bendecido por la presencia y reino del Salvador; el presente siglo malo habrá terminado; Satanás estará atado; la gloria de este mundo, en lugar de ser una trampa colocada por el enemigo para alejar a los fieles de su llamamiento celestial, será la gloria de Cristo mismo; el goce de todo lo que este mundo puede dar será la porción de los fieles aquí abajo, en lugar de la cruz. ¿Es esta la misma dispensación? En el lugar de la gracia que soporta todas las cosas, y que, mientras sometiéndose a todo, se encomienda a Aquel que juzga justamente, este será un reino de justicia, que no permitirá el mal, porque Jesús habrá tomado Su gran poder y actuará como Rey. Si, la presencia y reino de Jesús traerá este inmenso cambio. En una palabra , mientras ahora tenemos que seguir a Jesús en Su humillación y rechazo_ preciosa participación en Sus sufrimientos, de manera que podamos ser glorificados juntamente, entonces se tratará de la presencia de Jesús reinando en poder. Esta será la dispensación de la plenitud de los tiempos. Los judíos serán una nación separada, y todas las promesas hechas a los padres serán cumplidas en su favor. Hablo ahora de la parte terrenal de esta dispensación, de eso que concierne al mundo y los judíos; porque cosas mucho mejores están reservadas para aquellos que habrán sufrido con Cristo, y que entonces serán hechos iguales a los ángeles, y aun puestos en una posición superior a ellos; de manera que todas las cosas en los cielos y sobre la tierra de este modo serán reunidas bajo un Cabeza, reunidas en uno, en Jesús, el centro de bendición, la manifestación del poder y gloria del "Dios Altísimo, poseedor del cielo y la tierra."
No; la fe y la esperanza que están fundamentadas sobre la palabra, no pueden reconocer el presente siglo malo, durante el cual Jesús está ausente, como esta dispensación de la plenitud de los tiempos. Pero hay un verso, cuya traducción ha ayudado a esta falsa interpretación, es decir, Rom. 11:31. Esta es la verdadera traducción: "así también éstos ahora no han creído en vuestra misericordia, en vista a que ellos, también, puedan ser objetos de misericordia." "Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos." Los judíos fueron los objetos de las promesas, y los gentiles de pura misericordia. Jesús vino para cumplir las promesas hechas a los padres: los judíos lo han rechazado_ y además, ellos han rechazado la revelación de la misericordia mostrada a los gentiles, llenando de este modo la medida de sus pecados, de manera que la ira de Dios "ha venido sobre ellos hasta el extremo," (1 Tes. 2:16). De este modo ellos también, siendo encerrados bajo incredulidad, vendrán a ser objetos de pura misericordia, como los gentiles, aunque conforme a la carne ellos han sido herederos de las promesas. Esto introduce las riquezas de la sabiduría de Dios en una manera sorprendente a nuestros corazones.
Suplico a aquellos que tienen interés en estos temas que examinen el griego para ver si eso podría traducirse de otra manera; por mi parte nada es más claro. Yo no había entrado sobre el dominio del criticismo, si nuestro hermano no hubiese apelado a este pasaje como una prueba triunfante de que hay una dispensación solo al fin. Para mí, como para el apóstol, este es un gran ejemplo de la sabiduría de Dios, quien ha sabido cómo combinar con fidelidad hacia Su pueblo, hecha aun más sorprendente por medio de esto, la gracia que les muestra misericordia hacia ellos, como una nación culpable y pecadora que ha rechazado las promesas_ una sabiduría que, por medio de esta recepción temporal, llama a los gentiles, no para ser un pueblo terrenal, aunque ellos son probados sobre la tierra, sino para llenar los cielos con Su gloria. Entonces habiendo recordado a Su antiguo pueblo el goce de las promesas, Él les hará manifiesto a ellos, como también al mundo, que Él podía amar a pobres pecadores, como amó a Su bien Amado Hijo, y hecho participantes de la misma gloria en virtud de su unión con Jesús, para alabanza de Su gloria. ¿Podría decir que esta es la misma dispensación presente, donde estoy viajando en aflicción, aunque gozoso, deseando ese brillante día en el cual veré al precioso Salvador, que me ha amado de manera a entregarse por mí, y en que (¡infinita sabiduría!) seré hecho semejante a Él? ¿No diré más bien: ven pronto Señor Jesús, ven pronto?
En resumen, nuestro hermano dice, que él ve una amenaza a los gentiles. Pregunto, ¿una amenaza de qué? ¿No es de ser cortados? Y ahora miremos alrededor y veamos si los gentiles, que han sido injertados en el lugar de los judíos_ si la cristiandad_ ha continuado en la bondad de Dios. Es innecesario hablar del sistema romano, aunque, sin duda, hay almas salvadas en ese sistema. Tampoco hablaremos de los griegos, que apenas subsisten bajo el dominio de los musulmanes_ ese látigo enviado por Dios, o que están sumergidos en la superstición de una jerarquía que reina. Consideremos los países donde la luz del protestantismo ha penetrado. Porque la mayor parte de ellos están sumergidos en la incredulidad; y un creyente aquí y otro allí se encuentran, que pelean contra la incredulidad general.
Compare este estado de cosas, del cual he dado un breve bosquejo, estas características principales serán admitidas por todos, con lo que se dice de la iglesia de Dios en el N. Testamento_ en los Hechos, y la epístola a los Efesios. ¿Está la dispensación en un estado de declinamiento? ¿Ha continuado ella en la bondad de Dios? ¿La separación de algunos fieles ha cambiado este estado de cosas? ¿Qué conclusión deseo sacar de esto? Una profunda humillación por parte de los fieles, lo que sea que diga el panfleto del autor. Y aquí permítanme hacer una observación. Él se lamenta, que yo diga "nosotros", al hablar de la iglesia, de su miseria, y ruina. Él mismo ha sido fiel, dice él, ¡sea así! No niego esto; y bendigo a Dios por ello. Pero por mi parte, y miserable como me reconozco ser, prefiero identificarme con las aflicciones, miseria, y aun fracaso de toda la iglesia. No deseo añadir a esto mi propia incredulidad; sino, aun si hubiese andado como estos tres hombres, Noé, Daniel, y Job, más bien diría con uno de ellos, "Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos. 9:9 De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, 9:10 y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas." (Dn. 9:8-10)
Si, sé cuan poco beneficio, y poder puedo llevar a eso que ha caído, aunque evitando el mal, al menos llevaré esto a mis lágrimas, mis simpatías, y testimonio, que el Espíritu de Cristo también me parece que lleva. Además, fidelidad individual no impide que uno sienta, a pesar de uno mismo, el efecto de la infidelidad del cuerpo del cual uno forma parte. Aunque Josué y Caleb al fin segaron el efecto de su fidelidad, ellos también experimentaron, durante su paso a través del desierto, el efecto de la incredulidad de la asamblea; sin embargo, no sin recibir de los otros miembros a través del amor, y del espíritu de Cristo. Si ellos no hacen esto a través del amor, hacen esto a través de la necesidad, aunque nuestro querido hermano no está dispuesto a decir "nosotros," no pienso que él pueda escapar de las consecuencias del estado general de la iglesia. Pero todo es el resultado de haber perdido la idea de la unidad del cuerpo, este precioso lazo de amor.
Repito lo que he dicho en el panfleto: personas olvidan la falta de poder, cuando piensan que es posible seguir a los apóstoles porque tienen sus escritos. Esto es lo que hace el autor, cuando dice, "por seguir la administración de la iglesia, y el establecimiento de los diferentes cargos, las reglas que el apóstol nos ha dejado"
¿Pero no hubo un poder administrativo, un poder actuando en los apóstoles, al cual no podemos pretender? ¿No hubo en el establecimiento de los cargos una autoridad que no podemos arrogarnos para nosotros mismos? Compare lo que dice el autor. En cuanto a este poder, dice él, Dios nunca lo rehúsa a alguien. ¿No existió en la iglesia primitiva otro poder aparte de obediencia a las leyes apostólicas? No pongo limites a la bendición de la iglesia ahora, pero no es por negar la existencia del poder que existió en ese periodo que encontraremos nuevamente este poder. Cuando nuestro hermano dice que si la apostasía hubiese venido a ser general, se habría predicho que la cizaña ahogaría la buena semilla. La respuesta es, que esto no es lo que se predice en la palabra. Cuando toda adoración de la bestia, excepto de aquellos cuyos nombres están inscritos en el libro de la vida, la apostasía será general; pero la cizaña no ahogará el trigo, porque Dios nunca se deja a Si mismo sin testimonio. Habrá un tiempo, es verdad, en el cual el testimonio humano cesará, pero entonces Dios dará testimonio de Si mismo por Su clara venganza sobre Sus enemigos.
J.N. Darby
[1] Note a la traducción. Esto se refiere a 1 Jn. 2:18, conectado con 2 Tes. 2. Pero la apostasía es usada generalmente en el sentido en que todo es usado y aplicado al estado de la iglesia profesante bajo el papado. Aquí se trata solamente del argumento del pasaje, que la existencia de santos no prueba que no había ruina, porque habrá santos en los tiempos del anticristo. No creo que la apostasía o el anticristo hayan llegado ya. Esto será desplegado más tarde.
[2] Ver Salmos 96,99; Ezeq.36:9-11; 1 Cor. 6:2; Sofon. 3:8, 9, 19,20. La expresión "mundo ha venir" es aplicable solamente a este mundo bajo una nueva dispensación.
[3] Nota a la traducción._ El pasaje no se refiere al misterio de la iglesia, sino al árbol de promesa comenzando con Abraham
[4] La expresión "mundo venidero" no es aplicable al cielo.
[5] Nota a la traducción._ Estrictamente esta no es una dispensación, sino un llamamiento celestial, introducido, casi al final de la dispensación judía, antes del mundo o edad venidera en el cual las promesas hechas a ellos serán cumplidas.
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