Diversas y extrañas doctrinas abundan más y más en estos días. Parece que Satanás en incomparable astucia, se ha esforzado en enlazar muchas de estas a la verdad de la segunda venida de Cristo, ya sea trayendo deshonra a la doctrina, o mistificando y confundiendo a almas honestas, privándolas del confort y bendición que Dios se propone que nosotros derivemos al esperar por "esa bendita esperanza."
Una de estas doctrinas extrañas es que solo una parte de la iglesia será tomada a la venida de Cristo, y el resto será dejado atrás para pasar a través de la "gran tribulación." Este es llamado "el rapto o arrebatamiento parcial."
Volvámonos a unas pocas escrituras que muestran más allá de toda duda por quienes está viniendo Cristo. "vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo; para que donde yo estoy, vosotros estéis conmigo" (Jn. 14:3). ¿Nuestro Señor tiene en vista una clase especial de creyentes aquí? ¿Dice Él a, algunos de vosotros_ aquellos que estén esperando por mí? ¿Aquellos que estén en una adecuada condición de alma? O, ¿a quienes hayan alcanzado cierto grado de conocimiento o santidad? No, Él incluye a todos, "vosotros", con ninguna condición añadida; y lo que ha dicho a ellos, lo dice a todos (ver Marcos 13:37)
Tome también el pasaje, en 1 Tes. 4:13-18: el pronombre "nosotros" se encuentra allí cinco veces; y cuatro veces de estas cinco indudablemente significa a todos los santos en Tesalónica, como también al apóstol, con Silas y Timoteo sus compañeros. La única excepción es: "esto os decimos en palabra del Señor, · etc. (v.15,) que significa, por supuesto, Pablo y sus compañeros. Las otras son como sigue, "porque si creemos que Jesús murió y resucitó, también aquellos que han dormido en Jesús Dios los traerá con Él. Porque esto os digo en palabra del Señor, que nosotros que estaremos vivos y quedaremos hasta la venida del Señor no precederemos a los que han dormido. Porque el mismo Señor descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitaran primero. Después nosotros los que quedaremos seremos tomados juntamente con ellos en las nubes, para encontrar al Señor en los aires; y así estaremos siempre con el Señor.
De manera que leemos: "si creemos;" "nosotros que estaremos vivos y quedaremos" (dos veces repetido); "estaremos siempre con el Señor." ¿Se incluyen en estas palabras "creemos" "nosotros" hablan de una clase especial aquí; algunos santos particulares entre los creyentes en Tesalónica, estos contados como "vencedores" solo, los más consagrados entre ellos? O ¿esto significa a todos los tesalonicenses? Ciertamente que esto significa a todos los tesalonicenses, a cada uno incluido en el "si creemos," etc., todos los que creen en la muerte y resurrección de Cristo por sus pecados y justificación.
¿Han sido desde entonces cambiados estos términos? ¿Ha algún decreto divino salido diciendo que la fe en Cristo no es más el único fundamento y condición de aceptación_ que algo más es necesario para ser aptos para estar en Su presencia, u otro título a la gloria que Su preciosa sangre, derramada sobre la cruz?
Observe la misma epístola, cap.2:19,20: "Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? 2:20 Vosotros sois nuestra gloria y gozo." Este "vosotros" ¿a quién se refiere? ¿A una clase entre los creyentes, estos con meritos especiales, o de peculiar santidad o extraordinaria consagración? O ¿el apóstol piensa en todos aquellos a los cuales se dirige en esta epístola, como "la iglesia de los Tesalonicenses? Solo puede haber una respuesta: él piensa en todos ellos, en cada uno de aquellos que por la gracia de Dios se han vuelto "de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y esperar a Su Hijo desde el cielo."
¿Estaban todos estos santos tesalonicenses sirviendo al Dios vivo y verdadero con igual y adecuada consagración y celo? Tenemos que leer la segunda epístola dirigida a la misma compañía, y escrita solo unas pocas semanas después de la primera, y ver que algunos allí andaban "desordenadamente, no trabajando, "(cap.3:11.) ¿Hay algún indicio o amenaza (pública o velada) de que algunos de estos pudiesen ser dejados detrás en el rapto? No existe la más mínima indicación de ello. Y ciertamente esto estaría fuera de lugar indicar una segregación de creyentes si alguno de ellos fuesen impedidos de tener parte en ser "tomados arriba" a la venida del Señor. El apóstol no indica nada de esa forma, ya que él en otras partes ha enseñado, que a la venida de Cristo todos los Suyos serán tomados juntos, y que la gracia, la gracia que ha salvado, es el fundamento de esto, y la sangre que expía el pecado es el único y suficiente título para compartir ese glorioso evento por el cual él estimuló a todos los creyentes en todas partes a esperar.
Nuevamente, observe 1 Cor. 15:51, 52, donde tenemos tres veces el primer pronombre personal "nosotros." "No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados." ¿A quién se refieren estos "nosotros"_ a algunos, o a todos ellos? Indudablemente que a todos. Y si la conducta de un cristiano podría afectar su derecho a tener parte en el rapto, esta sería la ocasión más conveniente para enseñar esto; porque estos corintios, como el apóstol dice en otra parte, eran realmente carnales; cismáticos que se estaban gloriando en los hombres y en la sabiduría humana, y eran bebés en Cristo; que iban a las cortes de ley el uno contra el otro. Si, "hacéis mal y defraudáis," dice él, "algunos de vuestros hermanos." Algunos de ellos se conducían mal en cuanto a la cena del Señor, comiendo y bebiendo de la cena del Señor indignamente, y trayendo sobre si el justo castigo del Señor. Aun así de ninguna manera el apóstol sugirió que alguna persona realmente convertida entre ellos pudiese ser privada del rapto. No, sin ninguna calificación él dice, "nosotros seremos transformados."
Y otra cosa: ¿qué da al santo dormido en Jesús derecho o título a tener parte en la primera resurrección? ¿Es su conducta mientras vive sobre la tierra, o la gracia? Solo a través de la gracia, muy ciertamente. ¿Y no es esto lo mismo con aquellos que serán transformados como con los muertos que serán resucitados incorruptibles? ¿No eran algunos de ellos muy deficientes en su conducta mientras estaban en la tierra? Aun así ellos no serán dejados en sus sepulcros en la "resurrección de vida" como tampoco serán dejados atrás los creyentes que estén vivos a "la venida del Señor" Los dos eventos, "la resurrección de los justos" y la traslación o arrebatamiento de los santos, ocurren en el mismo momento, y el título de ambos descansa sobre la misma base_ sobre "la sangre de Jesucristo, que nos limpia de todo pecado."
¿Y sobre qué esta enseñanza basa esta idea que solo una parte de la compañía de los redimidos irá a la gloria a la venida del Señor? Sobre dos cosas: Primero, sobre una mala comprensión del evangelio_ fallando en ver que el verdadero título del pecador a algo que pertenece al cielo, descansa sobre la gracia. Segundo, en orgullo espiritual_ en la vana idea de alguna devoción superior hacia Cristo asegura una mejor demanda a la "bendita esperanza," que cristianos compañeros menos espirituales fallan en alcanzar.
Ahora, en cuanto a lo primero, ¿cuál es el fundamento de nuestro entrar en la gloria en algún tiempo antes o desde la cruz, en la muerte ahora, o a la venida del Señor? El fundamento de gracia, solo de gracia redentora. No es, y no podría ser, sobre algún merito propio, porque esto oscurecería el evangelio y contradeciría la palabra de Dios. Los convertidos tesalonicenses fueron instruidos a esperar por el Hijo de Dios desde el cielo, sin ninguna cuestión en cuanto a alguna demanda superior para estar entre estos trasladados en ese feliz momento. La razón del más joven convertido por esperar la venida dee Cristo es el mensaje de la gracia de Dios que ha venido a él como pecador, y hablado también de la venida del Salvador_ ¿Y por quién? Por todos los que reciben el mensaje, "el evangelio de nuestra salvación." ¿El más joven creyente tiene menos demanda que un anciano como Pablo? Todos de igual maneras son participantes de ese "llamamiento celestial," y compartiremos de igual manera el cumplimiento de esa "bendita esperanza." Si el ser tomados en los aires para encontrar al Señor en los aires depende del estado de alma o conducta del creyente, esto nos lleva atrás a nuestros propios méritos, en lugar de a la gracia de Dios y el amor de Cristo.
¿Pero qué dice la palabra de Dios? "Los que son de Cristo a su venida." Si; los que son de Cristo; esta es la única razón por la cual ellos tienen parte en la primera resurrección; y esto es justo por lo que usted y yo, amado compañero creyente, vamos a ser tomados en el mismo feliz momento_ "¡porque pertenecemos a Cristo! Y somos Suyos, no por algo en nosotros mismos, sino por la redención de Cristo, y solo eso. ¿Es usted de Cristo? Entonces le puedo asegurar que usted tendrá parte en esta "bendita esperanza"; porque, como será con aquellos que han muerto en Cristo, así será con quienes estén vivos entonces_ "los que son de Cristo a Su venida" (1 Cor. 15:23)
En cuanto a la segunda razón de este error (alguna dignidad distinta o superior en un creyente), ¿quién o que soy yo para tener parte en el rapto, si esto depende de algo en mi o en mi andar? ¿ no enseñó nuestro Señor a Sus discípulos a confesarse a si mismos como "siervos inútiles"? (Lc.17:10) Y ¿no nos dice Santiago que "en muchas cosas ofendemos"? (Stgo. 3:2) Y ¿no se confesó el gran apóstol "el más pequeño de todos los santos"? (Efes. 3:8) En vista de esto, ¿quién podría esperar algo aparte de ser de aquellos "dejados" a la venida de Cristo, si se trata de alguna cuestión de aptitud personal o de santidad? Y más: ¿quién podría decirme, o por qué medio podría saber entonces cuando he alcanzado el grado de santidad, consagración, o crecimiento en gracia (cual sea este), para autorizarme a esperar tener parte en el arrebatamiento_ si esto es condicional y depende de algo aparte de una fe simple en la obra y los méritos de nuestro Señor Jesucristo? ¿Por qué medida los maestros de esta extraña doctrina esperan que yo o ellos mismos una decisión en la materia? Si su enseñanza es verdadera en cuanto al arrebatamiento solo de santos seleccionados, tendríamos que clamar al anciano Samuel Johnson, en referencia a la justificación, "¡quién puede decirme que he hecho lo suficiente!
Y los maestros de esta teoría del arrebatamiento parcial, ¿no esperan ellos ser "tomados" cuando Cristo venga? Si así, ¿qué quiere decir esto? Justo lo que ya hemos dicho, que ellos tienen una justicia propia; que ellos se consideran a si mismos superiores a otros creyentes. Si yo me conozco a mi mismo_ mis muchos fracasos, lo traicionero de mi corazón, mi absoluta indignidad_ ¿puedo demandar el derecho a algo sino a confesarme a mi mismo solo como un pecador salvado por gracia?
Si, lector, puede estar seguro que hay un sutil engaño propio bajo esta enseñanza, que hace una clase privilegiada de santos, con la secreta confianza propia que los maestros y seguidores de la doctrina están entre aquellos que son dignos, fieles, los vencedores. Si; esta es la palabra que ellos usan "vencedores". Los vencedores, dicen ellos, serán tomados, porque solo a los tales se ha hecho la promesa de ser "guardados de la hora de prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que moran sobre la tierra" (Apoc. 3:10) Concedido, ¿pero quiénes son estos vencedores? ¿Son ellos una clase especial en la iglesia_ santos de un orden superior, o "discípulos realmente," en un sentido en el cual todos los creyentes no lo son? Veamos.
Nos volvemos a 1 Jn. 5:4,5: "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?" Aquí tenemos la descripción divina de un vencedor: esta es la fe en cada uno que ha nacido de Dios_ fe en Jesús el Hijo de Dios_ que vence a un vasto sistema hostil llamado "el mundo."
Y note, esto no es lo que algunos erróneamente denominan "santidad por fe" _ la demanda por fe de "una segunda bendición," "un corazón limpio," "perfecto amor," etc., sino solo fe en Cristo_ una fe que todos los verdaderos cristianos poseen. El que vence es aquel que "cree que Jesús es el Hijo de Dios." Este es el "vencedor" que irá con Jesús cuando Él venga, pero el término se aplica a todos los creyentes en Cristo_ no una clase selecta entre ellos. Y de este modo Apocalipsis 2 y 3, el vencedor es el verdadero creyente, como distinguido del falso. De otra manera ¿Qué sería de las promesas a tales? "él comerá del árbol de la vida que está en medio del paraíso de Dios" (cap. 2:7). ¿Es esta la porción de santos especiales, o de todos los verdaderos creyentes? Otra vez, "el que venciere no sufrirá daño de la segunda muerte" (cap.2:11); ¿algunos cristianos no vencerán y serán dañados por la segunda muerte? ¡No! Y así es con todas las promesas en estas direcciones a las siete iglesias; estas no son las mismas, pero son bellamente adecuadas a la condición y circunstancias de cada asamblea dirigida. Todos los verdaderos creyentes participarán de las bendiciones prometidas, porque todos al final serán vencedores , no por una gracia superior de santidad o desarrollo de la vida de Cristo en ellos, sino a través de la victoria sobre la cruz de Aquel en quien estamos completos (Col. 2:10), como está escrito, "gracias a Dios que nos da la victoria a través de nuestro Señor Jesucristo" (1 Cor. 15:57); y nuevamente, "somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó" (Rom.8:37) ¡Aleluya a Su nombre!
Ahora, veamos por un momento que más está envuelto en este error que hemos estado considerando. Este error envuelve un Cristo dividido. La expresión, "el Cristo", incluye, en tales pasajes como 1 Cor.12.12, a Cristo el Cabeza, pero también a Su cuerpo, la iglesia. Si, a Su venida, solo una parte de ese cuerpo es tomado y la otra dejada, ¿qué viene a ser de la unidad de este cuerpo místico? (vea 1 Cor. 12:25.) Y otra vez, la iglesia, el cuerpo, compuesto de todos los creyentes, es la novia de Cristo. ¿Tendremos una novia con miembros faltando_ un cuerpo incompleto en el cielo_ algunos miembros en gloria y gloriosos con Él, y a otros sobre la tierra sufriendo en la gran tribulación? ¿No está escrito, "si un miembro sufre, todos los miembros sufren con éste"? (1 Cor.12:26) ¿Cómo concuerda esto con la teoría de un arrebatamiento parcial? ¿Serán tomados algunos miembros del cuerpo al cielo a la venida de Cristo y sufrirán allí por y con sus compañeros dejados atrás sobre la tierra?
Nuevamente, si el Espíritu Santo que ahora mora en la iglesia como templo de Dios) se va con la iglesia a la venida de Cristo, la parte dejada sobre la tierra no será más el templo de Dios o el lugar de Su morada. Pero Efes. 4:30 declara que los miembros de Cristo aquí sobre la tierra son por el Espíritu "sellados hasta el día de la redención." ¿Concuerda esto con el pensamiento de que algunos de estos sellados sean dejados atrás en el rapto_ el día de la redención? El sello es la marca, la señal; puesta por el dueño sobre la posesión adquirida hasta su remoción de él para su establecida morada; y el creyente, "comprado por precio," es marcado y puesto aparte para Dios, "sellado hasta el día de la redención." Pero si él es dejado atrás en el arrebatamiento, el día de la redención del cuerpo, ¿cómo podría esta escritura ser cumplida en él?
Aun más, ¿habrán clases diferentes del pueblo de Dios sobre la tierra en la tribulación_ una, un remanente judío y terrenal; la otra, una porción de la iglesia sobre la tierra con un llamamiento celestial? ¿Y dónde es esta porción dejada de la iglesia referida en Apocalipsis, o en alguna porción de las Escrituras que tratan de la tribulación? ¿Cuál es su testimonio, lugar, destino, y serán unidos ellos otra vez a la iglesia, "qué es su cuerpo"? Los santos terrenales, judíos y gentiles, podemos verlos y trazarlos, pero esta desligada porción del cuerpo, esta sección de la iglesia dejada, no la encontramos en ninguna parte. ¿Por qué? Porque no están aquí; ellos están en gloria: la novia del Cordero, es presentada allí a Si mismo como "una iglesia gloriosa, no teniendo mancha ni arruga, o cosa semejante" (Efes. 5:27) _ tampoco ninguna abstracción, ni ningún miembro perdido, podemos añadir.
Dos escrituras son frecuentemente citadas para apoyar la creencia en un arrebatamiento parcial. Una es la parábola de las diez vírgenes (Mt.25). Consideremos entonces esta parábola. Toda la compañía de las diez vírgenes representa a la iglesia profesante. Las prudentes son los creyentes verdaderos; por las Santas Escrituras ellas han sido hechas ·sabios para la salvación que es en Cristo Jesús" (2 Tim. 3:15). Ellas no solo tienen la lámpara de la profesión, sino que también aceite en sus vasijas con sus lámparas. El aceite, en las Escrituras, es un constante tipo del Espíritu Santo. Y está escrito, "si alguno no tiene el Espíritu Santo, no es Suyo" (Rom.8:9) Y siendo de Cristo, las prudentes están preparadas, y cuando el Esposo viene, ellas entran con Él a las bodas. Las vírgenes insensatas tienen la profesión, pero no el Espíritu_ ellas no son de Cristo, no son verdaderos hijos de Dios; sino meros profesantes, personas no convertidas, que tienen lámparas pero no aceite, el Espíritu Santo. De modo que cuando el Esposo viene, ellas no están preparadas y de este modo son dejadas fuera_ dejadas fuera sin esperanza. "No os conozco," les dice el Esposo. ¿Podría decirse esto de algún santo, aunque se encuentre en un estado insatisfactorio? No; porque está escrito, "El Señor conoce a los que son suyos" (2 Tim. 2:19)
El otro texto está en Heb. 9:28: "y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan." Ahora, no es nuestro propósito aquí entrar en un pleno examen de este pasaje. Un muy superficial examen del contexto mostraría que el escritor inspirado tenía ante si la figura del A. Testamento del sumo sacerdote judío entrando en el lugar santísimo del tabernáculo, lo que él hacía una vez al año, para hacer expiación por Israel, mientras el expectante pueblo esperaba fuera por su reaparición. Así Cristo, nuestro Gran Sumo Sacerdote, ha entrado en el mismo cielo, allí para "aparecer en la presencia de Dios por nosotros." Y en debido tiempo, como el sacerdocio terrenal antiguo, Él aparecerá otra vez por aquellos "que le esperan", y los que esperan por Él son el pueblo de Dios. Esto no dice, tampoco significa, que Él aparecerá solo para aquellos que inteligentemente esperan por Su venida, o por aquellos que vigilantemente escuchan Su voz de mando. No; porque esto haría la traslación de un santo depender, no de su fe en Cristo, o aun de su consagración por Él, sino sobre su conocimiento_ una idea que negaría el claro alcance de la Escritura como un todo, y pasajes especiales en particular, como aquel que nos dice que "el conocimiento envanece."
El hecho es, que cada alma verdaderamente convertida está esperando por Cristo_ no en la misma forma, ni con igual grado de inteligencia, o anhelos. Algunos, a través de la ignorancia, esperan por Él en la muerte; otros esperan verle viniendo al fin del mundo; mientras otros, nuevamente, no tienen una creencia establecida en cuanto a la ocasión y tiempo; ellos solo saben que ellos lo aman porque Él los amó primero, y su corazón se alegra ante el pensamiento de ver Su hermoso rostro.
Recuerdo, muchos años atrás, escuchando a una consagrada alma, una verdadera "madre en Israel," hablando de un sueño que ella había tenido concerniente "al fin del mundo," como se le había enseñado a ella. Los poderosos truenos estaban tronando, la tierra se partía, las estrellas caían, y los cielos se enrollaban como un pergamino, y fuego caída del cielo, y los sepulcros se abrían, y el juicio ante el trono estaba a punto de comenzar; y ella despertó en su cama exclamando con éxtasis, "¡Oh, yo veré a Jesús!" ¿No estaba ella esperando por Él? Aun así cuan mezclada estaba ella en todo. Como miles de otros santos de Dios, ella no sabía nada de lo que se llama "verdad dispensacional"; pero como ellos y todos los que conocen y aman al Salvador, ella estaba esperando por Él; y para ellos Él aparecerá como también para nosotros que por gracia poseen un poco más de conocimiento del orden en el cual la palabra de Dios ha puesto estos diferentes eventos. ¡Cuán errados entonces, están aquellos que limitan y estrechan un pasaje de la Escritura como este, y lo aplicaran solo a una pequeña porción de los amados santos comprados por la sangre de Cristo!
Ponemos fin al argumento; no que hayamos dicho la última palabra sobre el tema; no, de ninguna manera; porque mucho más podría decirse en refutación de este error ampliamente extendido acerca de un arrebatamiento parcial. Pero se ha dicho suficiente, creo, para convencer y satisfacer a cada uno que se inclina ante la autoridad de las Escrituras, y es para estos que escribimos; porque nuestro anhelo ha sido más ayudar al confundido, y guardar a aquellos ya instruidos, que para convencer a oponentes.
Solo nos queda, al terminar, exhortar al lector cristiano a ser encontrado en paz por Él, velando y esperando, con la lámpara encendida; con los lomos ceñidos, "como hombres que esperan por su Señor," que el lector y el escritor puedan ser "presentados sin falta ante la presencia de Su gloria con gran gozo." "No durmamos como los otros, sino que velemos y seamos sobrios" (1 Set. 5:6)
C. KNAPP
No hay comentarios:
Publicar un comentario