jueves, 25 de noviembre de 2010

ESTA EDAD

"ESTA  EDAD"
Y EL PARÉNTESIS CELESTIAL

INTRODUCCIÓN


Los profetas del Antiguo Testamento profetizaron un reino terrenal bajo el Mesías y esa es la forma del reino que un Judío tenía justamente que esperar. De este modo, los judíos y el remanente esperaban un reino literal como los profetas del Antiguo Testamento han profetizado. Además, nuestro Señor validó esa espera.  Este reino fue presentado en la Persona del humilde y manso Rey a quien el remanente recibió pero no la multitud del pueblo. Dios ofreció el reino en la forma  de una prueba moral del pueblo, conociendo, de momento, la depravación del corazón humano y que su Hijo sería rechazado. El reino temporal es por tanto pospuesto, de acuerdo con el propósito de Dios de glorificarse a Si mismo en Cristo. Mientras tanto, durante el paréntesis Gentil de juicio sobre Israel, mientras ellos son Lo-Ammi, Dios está haciendo otra obra; es decir, formando una compañía celestial bendecida con bendiciones espirituales en lugares celestiales en Cristo _durante un periodo al que llamamos "el paréntesis celestial".





"ESTA EDAD" NO ES EL PARÉNTESIS CELESTIAL


Consideremos ahora las tres expresiones encontradas en las Escrituras referente a "esta edad".

  • 1. Esta edad: Mt.12:32; 1 Cor.2:8; 2 Cor.4:4; Gál.1:4; Efes.1:21; 1 Tim.6:17; 2 Tim.4:10.
  • 2. El fin de la edad: Mat.13:39, 40, 49; 24:3; 28:20.
  • 3. La edad ha venir o siglo venidero: Mat.12:32; Mar.10:30; Luc.18:30; Efes.1:12; Heb.6.

Previamente hemos considerado el paréntesis Gentil de juicio sobre Israel (los tiempos de los Gentiles). Nuestro Señor vivió aquí durante ese paréntesis y habló de "esta edad (o siglo)". Esta fue la edad Mosaica que precedía la introducción de este reino terrenal. Note, entonces, que el paréntesis Gentil de juicio Israel no cambió la edad.

        Pero más, la introducción del paréntesis celestial tampoco la cambió.  Varias epístolas se refieren a "esta edad" después de la introducción del paréntesis celestial. Observe, entonces, que "esta edad" está todavía en progreso. Está llegará a su fin, cuando la "edad ha venir" o "siglo venidero" (el milenio) _ la dispensación, o administración de la plenitud de los tiempos (Efes.1:10), hay un breve periodo que antecede a la introducción de esa administración, que pone fin a "esta edad". Esta es llamada "el fin de la edad". Usted verá de esto lo adecuado que es designar a la obra que Dios está haciendo al formar una compañía celestial como "un paréntesis celestial".  Esta obra no altera el hecho que "esta edad", que  trata con la tierra, y que existió  antes que viniese el Señor, estaba en progreso cuando Él estaba aquí, está también ahora en progreso, y que terminará después del rapto; y cuando esta edad haya terminado, el paréntesis de juicio sobre Israel terminará, se cerrará a la aparición de Cristo en gloria, cuando la piedra no cortada con manos desmenuzará la imagen (Daniel 2). Pero si esto es verdadero, y lo es, ¿Qué acerca del cambio introducido por Juan el Bautista?


EL ANUNCIO POR JUAN EL BAUTISTA


"En verdad, en verdad os digo, que no se ha levantado entre los nacidos de mujer uno más grande que Juan el Bautista. Pero el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.  Pero desde los días de Juan Bautista hasta ahora, el reino de los cielos es tomado por violencia, y los violentos lo toman. Porque todos los profetas y la ley han profetizado hasta Juan". (Mat.11: 11-13).

"La ley y los profetas son hasta Juan: desde ese tiempo las buenas noticias del reino de Dios son anunciadas, y todos se esfuerzan por entrar en él" (Luc.16:16).

Estos textos no significan que la profecía no tiene su lugar después de que Juan predicó. Hay, por ejemplo, profecías de la muerte y resurrección de Cristo que fueron cumplidas después de la muerte de Juan. Y este es el caso con la ley. Hay tipos en la ley que Cristo cumplió en su muerte. "Porque todos los profetas y la ley" indican todo lo que nosotros entendemos por el Antiguo Testamento. Pienso que estos señalaron hacia el reino, como lo anunció Juan. De esta forma los pasajes no significan que el fin de la ley y los profetas llegó cuando apareció Juan predicando. Este fue un periodo de transición. El reino no había todavía comenzado  (de otra manera Juan no habría sido comparado con el más pequeño de este).

        En Mateo, el rechazo de Cristo es especialmente marcado en el cap. 12 cuando los líderes religiosos dijeron que Él obraba por medio del príncipe de los demonios _cometiendo de este modo el pecado contra el Espíritu Santo, Quien era el verdadero poder que obraba en Él. En Mateo 13, la forma parabólica de su enseñanza acerca del reino comenzó indicando que el reino en poder y gloria debía ser pospuesto y una forma misteriosa del reino debía ahora de ser introducida.  Esto fue posterior al pecado contra el Espíritu Santo registrado en Mateo 12. El reino por tanto tomaría una forma misteriosa (Mateo 13:11), una forma que no fue vista por los profetas y la ley.

        La predicación del reino hasta este punto del rechazo de Cristo, implícito en este pecado contra el Espíritu Santo, no fue acerca de la forma misteriosa, sino acerca del reino en poder.  Esto incluye Mat.11:11-13, "un pequeño en el reino de los cielos" se refiere a uno en el reino en poder, lo que llamamos el reino milenial de Cristo. Como JND destacó:

        "La introducción en testimonio, del reino, hizo la diferencia entre lo que precedía y aquello que debía proseguir. Entre todos los que son nacidos de mujer no ha habido ninguno más grande que Juan el Bautista, ninguno ha estado más cerca a Jehová, enviado ante Su rostro, ninguno que le ha dado más exacto y completo testimonio, quien ha sido más separado de todo mal por el poder del Espíritu de Dios _una separación propia para el cumplimiento de esta misión entre el pueblo de Dios. Aún así él no ha estado en el reino: este no era todavía establecido; y  estar en la presencia de Cristo en Su reino, gozando el resultado del establecimiento de Su gloria, fue una cosa más grande que todo el testimonio a la venida del reino".

El estado moral conveniente a este reino (Mat.5-7) estaba completamente en desacuerdo al estado del pueblo generalmente y en especial respecto a los líderes (con unas pocas excepciones). Los "violentos" son quienes pasan a través de todo lo que espiritualmente se oponía a la entrada del reino. Esto no se refiere a un carácter físico, sino a quienes a costo personal podrían coger ese reino, con sus bendiciones bajo el reino del Mesías ante sus ancianos en gloria.

        Pero volvamos; mi punto es que el anuncio de Juan de la venida del reino no puso fin a la ley y los profetas (Mat.5:17). Todavía queda cumplir el reino en poder.  Juan lo ha anunciado como "acercado", como lo hizo nuestro Señor. Pero el reino en poder es pospuesto, pero no porque Dios sabía que Cristo sería rechazado.

        Dios presentó el reino en la Persona del humilde y manso Señor Jesús, Uno a quien ciertamente el hombre depravado rechazaría. A través de este rechazo, y posterior a Su exaltación a la diestra del Padre en la gloria, Él ha tomado la posición de Cabeza del cuerpo formado en Pentecostés por el Espíritu enviado sobre aquellos que le han recibido (Hechos 2:32, 33; 1 Cor.12:13). Esta unidad de los santos con su Cabeza en los cielos es el gran misterio de Cristo y la Iglesia, que no fue visto por los profetas (Rom.16:25; Col.1:26; Efes.3:9). El reino que fue señalado por los profetas y la ley será establecido por la piedra no cortada con manos de Daniel 2 después de la obra actual de formar un pueblo celestial.

        Concerniente a la ley, no leemos que esta haya muerto. Pero el cristiano está muerto con Cristo (Rom.6:8). La ley no se aplica a un hombre muerto (Rom. 6:7) pero, "pero sabemos que la ley es buena si uno la usa legítimamente, sabiendo esto, que la ley no tiene su aplicación  al justo..." (1 Tim.1:9).

        Aún así, la ley no parece estar en vigor desde que el dador de la ley, Jehová, ha venido hasta aquí en santa humanidad, y fue crucificado. Las Escrituras muestran  que el cristiano no está bajo la ley de Moisés como la regla de vida, un sujeto sobre el cual añadiremos unos pocos comentarios. El sistema que pone al cristiano bajo la ley, o los diez mandamientos como la regla de vida encuentra necesario  transformar el día sábado en el día del Señor, ya que de otra forma, ¿Cómo tendrían diez?.

        Gálatas, a pesar de toda la contradicción, se opone a colocar al cristiano bajo la ley para ningún propósito; y habla, no de cumplir la ley de Moisés, sino "la ley de Cristo" (Gál.6:2). La ley de Cristo no es la ley de Moisés. La ley de Cristo es la regla de la nueva creación.

        "Porque (en Cristo Jesús) no hay circuncisión ni incircuncisión; sino una nueva creación.  Los que anden por esta regla, paz sobre ellos y misericordia, y sobre el Israel de Dios" (Gál.6:15, 16).

Aquí, creyentes Gentiles e Israelitas (el Israel de Dios) son dirigidos a la ley de Cristo, es decir, la regla, norma, estándar, de la nueva creación de la cual Cristo en resurrección es la Cabeza. El pensamiento de aquellos que se apoyan en la ley parecen no comprender esto y nos llaman antinomianistas (sin, o contra, u opuestos a la ley). La regla de la nueva creación es para quienes están en este mundo para dar expresión de la voluntad del Cabeza de la nueva creación, de Cristo. Esta regla de la nueva creación es la ley de Cristo. La ley de Moisés fue dirigida a quienes estaban en su responsabilidad como hijos de Adán. Pero nuestra posición es en Cristo.


NUEVAS CARACTERISTICAS DE ESTA EDAD


        Durante "esta edad" el Señor Jesús fue rechazado. Su crucifixión marcó el fin de la prueba del primer hombre (el hombre perdido, como siendo responsable al estar en Adán). Desde este rechazo, Satanás es llamado el dios de esta edad (siglo) (2 Cor.4:4). El verdadero Dios ha sido rechazado. Y "esta edad" es ahora para el cristiano "este presente siglo malo" (2 Tim.4:10) que bueno es para nosotros "amar su aparición" 2 Tim.4:8 que desplegará los derechos y gloria de Cristo en "la edad ha venir", el milenio.


¿QUÉ ES LA DISPENSACIÓN PRESENTE?

        En muchos lugares J.N.Darby (y otros) hablaron del periodo presente como una dispensación, hablando convencionalmente. A pesar de ello, considere lo siguiente:

        "La iglesia no es, propiamente llamada, una dispensación. Es mas  el reunir juntos a los coherederos y en unidad, mientras el reino está en misterio. Cuando la ley termine como una dispensación, el reino no será todavía establecido en poder, todo está en transición. Aquí los santos son vistos como estando arriba, y el trono de Dios en relación con la tierra.

        La iglesia, propiamente hablando, el cuerpo de Cristo, no es una dispensación, ella no pertenece a la tierra; pero hay un orden de cosas conectado con esta durante su permanencia  aquí abajo _un orden de cosas cuya existencia está enlazado con la responsabilidad de la Iglesia".

Tenga en cuenta que en ambos casos el usó la palabra "propiamente". Y nosotros estamos buscando en este punto ser más exactos de manera a aumentar nuestra comprensión, no solamente del esquema que considera una dispensación, como "un periodo de tiempo durante el cual..." dejando a la vez  fuera el sujeto esencial  del desarrollo de los tratos de Dios en gobierno en la tierra, no comprendiendo el fin de la prueba del primer hombre, y el verdadero significado del paréntesis celestial, y de otras verdades relacionadas con esto. ¿Por qué hablar del hombre como estando ahora  probado con respecto a la "gracia", ya que el hombre ya no está más bajo prueba desde la cruz? Esto es a causa de erróneas nociones acerca del carácter de las dispensaciones acompañado por defectuosas vistas en relación  al fin de la prueba del primer hombre (quien no tiene más una posición ante Dios) y concernientes a las consecuencias de este gran cambio.

        Las dispensaciones tienen que ver con la tierra, y por eso no con la compañía celestial.

        "Realmente esta no es una dispensación". Los Judíos tuvieron "este mundo" y "el mundo ha venir", "esta edad" y la "edad ha venir". El Mesías debía traer  la "edad venidera". La edad de la ley vino, como también el Mesías, pero ellos le rechazaron, y todo se detuvo: entonces aparece la Iglesia entre esto y Su segunda venida: y es por lo que no es estrictamente una dispensación, pero cuando el Mesías venga otra vez, será el último día de esta edad.

        "Los tiempos de los Gentiles en Daniel, y el paréntesis de la Iglesia, no son contemporáneos; porque los tiempos de los Gentiles comenzaron en Babilonia, siendo el tiempo de las cuatro bestias en Daniel. Los tiempos de los Gentiles no terminarán al mismo tiempo con la Iglesia, sino que continuarán un poco después que la Iglesia haya sido tomada al cielo. El templo de Jehová sobre la tierra fue puesto a un lado cuando el pueblo fue transportado a Babilonia, y nunca más recuperaron el arca, pero un remanente de ellos fue libertado para presentarles al Mesías".

        "Conozco lo que algunas personas entienden por "la dispensación del reino de los cielos" pero nosotros pertenecemos a una cosa celestial en un intervalo, y no hay dispensaciones en el cielo. El reino de los cielos es una dispensación[1]. La dispensación del evangelio es una "administración".

El hecho que "esta edad" está todavía en vigor no afecta la forma en la que pensemos de este periodo en el cual nos hallamos.

        "Entonces es que este tiempo presente es llamado (no una dispensación, sino) un paréntesis, porque el Señor Jesús habla de "esta edad" cuando Él estaba sobre la tierra, como siendo la misma que se cerrará por juicios al fin; pero este fue un periodo conectado con sus relaciones con los Judíos, y que no terminará hasta que otra vez Él esté presente en Persona; considerando que, en el intervalo, la Iglesia de los primogénitos ha sido reunida para el cielo".

La dispensación de la ley será seguida por la administración de la plenitud de los tiempos (Efes.1:10), el reino milenial de Quien tiene derecho para reinar. Observe que el pacto de la ley será seguido por el nuevo pacto. El nuevo pacto, si creemos las claras declaraciones de las Escrituras, será hecho con las casas de Israel y de Judá (Jer.31:31; Heb.8:7-13), no con la Iglesia. Hay ciertas bendiciones para Israel bajo el nuevo pacto que nosotros ya tenemos. Nosotros ya tenemos al Mediador, la sangre y el perdón de pecados, sobre la base de nuestra unidad con Cristo, no por pacto. De este modo somos ministros del nuevo pacto (2 Cor.3) sin estar bajo este. Estas cosas nos son soberanamente dadas por Dios. La ley demandó; el Nuevo Pacto da, y da gracia. Para contrastar los dos pactos, ¿No podemos decir que la ley y las obras van juntas, como también el nuevo pacto y la gracia?
        Es verdad que Pablo recibió una "administración de la gracia de Dios que me ha sido dad hacia ustedes" (Efes.3:2). A Pablo no le fue dado un periodo durante el cual, el hombre es probado.  Propiamente hablando, no estamos en una dispensación; no en "una gracia dispensacional" Pablo tuvo una administración para administrar. Esto envolvió el misterio, que está más allá de la gracia que Israel experimentará en el milenio. Pero a pesar de eso, gracia caracterizará los tratos de Dios con Israel en el milenio; y un bendecido Israelita será capaz de decir "esta es realmente la dispensación de la gracia" (teniendo una posición más grande que Juan el Bautista).

        Observe otra vez que J.N. Darby destacó: "Para mí el mundo no está bajo ninguna dispensación, pero todo el curso de los tratos de Dios con este (el mundo; con la tierra) han pasado hasta que Él venga en juicio". Las dispensaciones tratan con la tierra, no con un pueblo celestial. La administración personal encomendada a Pablo no contradice esto. Esta fue hacia quienes componen una compañía celestial durante el paréntesis celestial, mientras "esta edad", que comenzó en el tiempo de Moisés, continúa.

        De manera que no ha habido cambio en esta edad; y esta continúa mientras se efectúa la formación por parte de Dios de la compañía celestial. El reino como el reino del Mesías no ha sido inaugurado; sino más bien, en los tratos de Dios, posteriormente al rechazo de Cristo, el reino manifestado ha sido "pospuesto" y la forma misteriosa del reino introducida, durante este periodo es que Dios está formando la compañía celestial, aunque la forma misteriosa del reino sigue desde la ascensión de Cristo hasta Su retorno en gloria (Lucas 19:11-27).



 
                                                  ROY  HUEBNER

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