jueves, 25 de noviembre de 2010

EL FUTURO DE RUSIA

En nuestros artículos sobre "El Tiempo de los Gentiles", hemos considerado la historia y actos futuros de los poderes representados en la gran imagen de Dn.2. Ahora investigaremos dentro de los actos de un vasto poder del cual el profeta Daniel no dice nada, pero que está destinado a jugar una parte muy importante en la crisis de los últimos días. Nos referimos, por supuesto, a Rusia. No hubo un "Imperio Ruso" en los días de los profetas del Antiguo Testamento, aun así sus hechos son minuciosamente descritos por el Espíritu Santo en la palabra de Dios.

Es digno de notar que Dios solo toma cuenta en Su palabra los poderes del mundo que han estado y estarán conectados (ya sea para bien o mal) con Su propio pueblo. Dominios y movimientos que los hombres pueden considerar grandes pasan completamente en silencio en la palabra inspirada, si estos no ocurren dentro de la línea de los tratos de Dios con Su propio amado pueblo, la  simiente de Abraham, Su amigo. Israel es Su centro terrenal; por tanto todo lo que lo afecta es del más profundo interés para el Espíritu de Dios.

Los atrevidos y profanos actos futuros de Rusia son desplegados en Ezeq. 38 y 39. Dios dijo al profeta que pusiese su rostro contra "Gog, la  tierra de Magog, príncipe de Rosh, Mesec y Tubal, y profetice contra él". No podemos declarar plenamente aquí las razones para aceptar que "Rosh" como un nombre propio, nuestro espacio no nos permite esto. Debe ser suficiente decir que los traductores de la versión de los Setenta han traducido así muchos años antes de Cristo; y los revisores ingleses de 1881 lo han adoptado en su obra. "Mesec", y "Tubal" representan a Moschi y Tibareni, dos antiguas tribus mucho  tiempo atrás incorporadas dentro del vasto imperio de Rusia. Estas eran de hecho tres grandes tribus, por los antiguos llamados Scythians, la primera de ellas aparentemente ha derivado su nombre por su proximidad en aquellos días al río Rha, o Volga (aunque algunos piensan el Araxes), y supliendo ese de los modernos rusos, como los otros son reproducidos en Moscú y Tobolks. No hay, por supuesto, ninguna dificultad en suponer migraciones hacia el norte de los asientos originales, suponiendo que ellos pueden haber sido las razas en el norte de Asia menor durante los días de Ezequiel, y familiares a nosotros como Moschi, Tibareni, y quizás otras tribus en los últimos autores de Grecia" (W. Kelly, "Notas sobre Ezequiel") Cualquier lector deseoso de una más plena información en cuanto a estas tribus puede referirse al "Bible  Dictionary" de  Smith y Rawlinson, "Herodoto").

¡Cuán maravillosa en su comprensividad es la Escritura! ¿Quién podría  haber imaginado en los primeros días de Ezequiel que en las partes del norte existiría un poderoso imperio lleno de esquemas de engrandecimiento propio,  y de enemistad contra la tierra y pueblo de Dios? Aun así tal poder ha estado por algún tiempo ante nosotros, con los mismos anhelos y propósitos predichos en la palabra de Dios.

El tiempo referido en la profecía es claramente dado "en los últimos días"; "en ese día cuando mi pueblo Israel morará en seguridad" (Ezeq. 38). Este es muy claramente el tiempo cuando Dios extiende Su mano por segunda vez para recuperar al remanente de Su pueblo. Israel nunca ha morado en seguridad en su propia tierra desde que Ezequiel expresó su profecía; realmente, Israel como tal no ha estado en la tierra. Aquellos que retornaron a palestina bajo Zorobabel y Esdras eran solo un débil remanente, y principalmente de las dos tribus de Judá y Benjamín. La predicción de Ezequiel por tanto mira hacia adelante a su futura reunión. De este modo tan pronto como ellos sean restaurados a la tierra de sus padres, los poderes enemigos de occidente y oriente serán destruidos completamente, entonces su enemigo del norte, que ha estado vigilando su restablecimiento y bendición con ojos llenos de envidia, caerá sobre ellos con sus vastas hordas. El odio de Rusia para con el pueblo judío es bien conocido, y ha sido penosamente probado ante nuestros ojos en años recientes. Este se manifestará aun más malignamente en el futuro, como lo veremos. Pero cuando el Dios de Israel demande la sangre que él ha derramado, se recordará de este enemigo.

El Gog y Magog de Ezequiel no deben confundirse con aquellos de Apoc. 20:8. La última escritura se refiere a una reunión de enemigos de todos los lugares de la tierra al final del reino de mil años; los otros hablan de una invasión del norte al comienzo de ese período.

Tampoco el Gog de Ezequiel debe confundirse con "el rey del norte" de  Dn. 11:40. Este es un error muy común aun con cuidadosos estudiantes de la  profecía. El rey del norte (idéntico, sin duda, con el "rey" de  Dn. 8:33, y el  "cuerno pequeño" de Dn. 8:9) invadirán la tierra cuando el hombre de pecado esté en poder allí, y se le permitirá (al menos al principio) arrastrar todo delante de si. Él pasará a través de "la tierra gloriosa" como un azote desbordante.

La invasión de Gog es un poco después, cuando Israel esté morando en seguridad, y comenzando a gozar de las muchas bendiciones introducidas para ellos por la aparición de Cristo y sus santos celestiales. Estos dos enemigos vendrán de la misma dirección  -"el norte"- y su política es la misma, aun así ellos serán poderes distintos. "El rey del norte"  probablemente será presionado, y aun ayudado, puede ser, por Rusia; como leemos "será fuerte, más no con su propio poder". Rusia probablemente instigará a este antagonista menor antes de que ella misma juzgue que el  tiempo justo ha llegado para moverse ella "El rey del norte" antiguamente gobernó sobre Siria; podemos por tanto razonablemente esperar ver un nuevo estado formado con algunas provincias asiáticas del Sultán, y puestas bajo la protección de  Rusia. Este  poder probará, como Rusia, ser un determinado oponente de la  bendición de Israel al fin de la edad.

Pero ¿quién realmente puede estorbar cuando Dios se levante, u obre a favor de Su pueblo?.

El endeble hombre ordena todas sus fuerzas, y aun desafía al Todopoderoso ante Su rostro, como lo hizo faraón antiguamente, pero solo para ser destruido y quebrantado. Dios tiene el propósito que Israel guie a las   naciones de la tierra, y goce de Su presencia y bendición; los más grandes poderes del mundo son completamente incapaces para impedir esto. Si un  hombre tiene fe, no intentaría una empresa tan peligrosa, sino que se inclinaría ante los propósitos de Dios; pero ¡ay! El hombre no tiene fe, de este modo se apresura ciegamente a su propia destrucción.

Esto es lo que dice acerca del movimiento de este gran enemigo: "y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas; Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo; Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.  Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda"(Ezeq.  38:3-7).

Aquí tenemos esta vasta reunión. Gog está guiando a sus ejércitos, con muchos de sus aliados y vasallos, contra el pueblo de Dios. Si esto fuese simplemente una cuestión entre Israel y el enemigo, la simiente de Jacob sería ahora completamente destruida. Ellos pueden ciertamente decir con el salmista, que si Jehová no hubiese estado de su lado, hubiesen sido completamente tragados (Sal. 124). Pero Jehová no entrega a Sus escogidos como presa de sus dientes, sino que se volverá contra sus enemigos en justa furia e indignación. Observamos un pequeño sarcasmo divino en las palabras, "prepárate  y apercíbete". Los ejércitos de Gog encontraran que su líder es incapaz de protegerse a si mismo cuando Jehová se levante para defender la causa de Su pueblo.

Las ciudades no amuralladas y la falta de práctica en el arte de la guerra atraerán el ojo envidioso de su inescrupuloso enemigo. Su gran riqueza parecerá estar fácilmente dentro del alcance de su rapaz mano. Pero él olvida que los ojos del Señor recorren la tierra. Sus ojos están sobre Gog: Él nota los  pensamientos que se elevan en su corazón, y los planes que resultan de ello.

Él se vuelve al enemigo de este modo:

"De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente. Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.  Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas; para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra" (Ezeq.  38:8-12).

Rusia ha estado siempre deseosa de poseer la tierra de Palestina, pero nunca ha sido capaz de cumplir sus propósitos; y ansiosa aun ahora, mientras la tierra está desolada, ¡cuanto más ansiosa estará cuando los lugares asolados sean habitables una vez más, y por un pueblo con vastas posesiones,  y aparentemente sin protección! ¡Ah! Dios no está en sus pensamientos. Su amor a Israel por causa de sus padres no es conocido ni creído, de allí la desastrosa empresa, emprendida confiadamente.

¡Pobre Israel! ¡Qué angustia es aquella a la cual será sumergido por esta  terrible invasión! Después de todas sus vicisitudes y sus secantes siglos de destierro y sufrimiento, ¿debe todo ser arrebatado de su mano justo cuando todo parece tan brillante? Los ejércitos occidentales no han sido capaces de resistir, sino que han sido divinamente juzgados y destruidos; el rey del norte ha sido enfrentado con juicio igualmente solemne; ¿y se le permitirá al enemigo del norte despojarlos?.

Isa. 33 parece hablar del mismo tiempo y circunstancias. Esto quiere decir que el capitulo trata del establecimiento del reino de justicia y paz (Isa.32). Este pronuncia su ay sobre un enemigo que sube traicioneramente para despojar a Israel, aun así nunca habiendo sido tratado de este modo por ellos. Creemos que esto se refiere a Gog, de quien Senaquerib fue un tipo. La angustia de Israel es vívidamente descrita en los vv. 7-9: "He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos".

Pero, como a menudo se ha notado, la extremidad del hombre es la oportunidad de Dios. Esto ha sido benditamente probado en muchas ocasiones por el pueblo de Dios. Israel probará esto gloriosamente cuando los ejércitos enemigos de Gog inunden su tierra. Ellos no tienen poder con el cual enfrentar al enemigo; pero Dios está cerca e intervendrá en su favor. "Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido 33:11. Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá 33:12. Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego" (Isa. 33:10-12).

Jehová hará de Gog y sus multitudes una advertencia permanente a las naciones de la tierra para no entrometerse con Sus escogidos. Ningún pueblo  que ha tratado mal a Israel ha prosperado, en estricto acuerdo con la palabra: "Ningún arma formada contra ti prosperará" (Isa. 54:17). Jehová se santificará a Si mismo antes los ojos del mundo gentil por medio de Sus terribles tratos con Gog y su ejército. Su furia se levantará en Su rostro, y habrá un gran temblor a través de toda la tierra de Israel, resultando en una terrible destrucción de los enemigos de Su pueblo. Israel no necesitará pelear: Jehová peleará por ellos, y como a orillas del mar Rojo, ellos deberán estar quietos y ver Su salvación. Él dispondrá de sus enemigos en el día futuro con la misma   facilidad como trató con las legiones de faraón en el pasado distante. Él primero creará confusión en sus filas y volverán sus espadas los unos contra los otros (Ezeq. 38:21). Este no es un método nuevo con Dios. Él usó el mismo medio en días de Gedeón.

Esto será seguido por una visitación divina más directa: "Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre". ¡Tal, orgullosa Rusia, será el fin de tus poderosos ejércitos en el día cuando tu mano se levante contra el pueblo del Señor! Como en días de Josué Jehová arrojó grandes piedras desde el cielo sobre los enemigos, y como en el tiempo de Débora las mismas estrellas en sus cursos pelearon contra  Sísera, así será en el día futuro. Sus truenos producirán terribles estragos entre los enemigos de Su pueblo (Jos. 10:11; Juec. 5:20). Las mismas ventanas de los cielos serán abiertas, por decir así, para derramar  destrucción sobre ellos.

¿Quién podrá estar en pie cuando Dios se levante? Frágil, aun así atrevidamente, el hombre reunirá todo su poder, y reyes y gobernadores tomarán entre si consejo, pero el soplo de las narices del Todopoderoso es  suficiente para dispersarlos. Aun así la lección nunca es aprendida, tan malo  y engañoso es el corazón del hombre .En las hordas rusas, Jehová se magnificará a Si mismo, y todas las naciones sabrán que Él es Jehová.

Siguiendo a esta tremenda destrucción habrá un llamado a las aves y bestias a alimentarse de los muertos: "Y tú, hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre. Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos en Basán. Comeréis grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros sacrifiqué. Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra, dice Jehová el Señor" (Ezeq. 39:17-20).

¡Qué terrible escena de juicio y desolación debe testimoniar esta pobre tierra antes que todo sea establecido en santo y calmo descanso en el reino del Mesías! Solo un poco antes de este llamado un llamado similar se hará a las aves de los cielos a alimentarse de los cuerpos de los ejércitos occidentales, bajo el liderazgo de la bestia y el falso profeta (Apoc. 19:17-21); ahora ellas son invitadas a alimentarse de los ejércitos rusos. ¿Es para esto que Rusia está  entrenando a sus vastos ejércitos en el tiempo presente? ¡Terrible pensamiento! ¡Terrible contemplación!.

Tan numerosas serán las armas dejadas sobre el campo, que los hijos de Israel no necesitarán madera para el fuego hasta siete años después. ¡Una solemne lección de la justa retribución, ciertamente, ante todos los ojos durante el comienzo del  milenio! "Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos, paveses, arcos y saetas, dardos de mano y lanzas; y los quemarán en el fuego por siete años 39:10. No traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus despojadores, y robarán a los que les robaron, dice Jehová el Señor" (Ezeq. 39:9,10). Poco los superintendentes de los arsenales moscovitas conocen el último futuro de las vastas reservas bajo sus manos.

Después las aves y las bestias hayan cumplido su espantosa obra, no habrá nada sino huesos para sepultar, pero esta será una gigantesca tarea. Toda la casa de Israel estará ocupado unos siete meses en este funesto servicio. Gog subirá pensando poseer las tierras y obtener muchos despojos, pero solo encontrará allí un sepulcro: "En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog. Y la casa de Israel los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra. Los enterrará todo el pueblo de la tierra; y será para ellos célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jehová el Señor" (Ezeq. 39:11-13).

No hay necesidad de insertar la palabra "meses" en el  v.11 como en la versión autorizada inglesa. La versión Revisada omite la palabra. La adición de  esta oscurece el sentido. No es tanto que habrá un ofensivo olor de manera que esta vasta operación de sepultamiento hará que quienes pasen por allí se detengan para considerar. De este modo Dios dará una solemne lección a muchos. Su propio pueblo, al detenerse y ver, bien podrá decir: "Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová; Mas los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza" (Juec. 5.31).

Los siete meses no son suficientes para limpiar completamente la tierra, y ante la expiración de ese tiempo un grupo de hombres, se dice, completarán la obra. La tierra es la tierra de Jehová, y la gloria morará allí; por tanto nada inconsistente con Su santa presencia, aunque aparentemente trivial, debe admitirse. "Y tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento. Y pasarán los que irán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog.  Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y limpiarán la tierra" (Ezeq. 39:14-16). De este modo todos aquellos que se moverán en la tierra cooperarán en la obra de limpieza levantando una marca de huesos que enfrentará sus ojos, para que todo cosa ofensiva pueda ser completamente removida. Un hueso es completamente suficiente para manchar la tierra a los ojos de Jehová, como Núm. 19:16-18 muestra.

Jehová entonces llevará la guerra a la propia tierra del invasor: "Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jehová" (Ezeq. 39:6). No podemos decir precisamente que forma tomará esto; es suficiente saber que Dios no solo destruirá los ejércitos de Gog, sino que también devastará su tierra en juicio retributivo. Este es el futuro de Rusia conforme a la palabra de Dios, por Ezequiel.

Miqueas 5 aparentemente se refiere también a la invasión Rusia. "El Asirio" encuentra su anti-tipo particularmente en el rey del norte, y especialmente en el Gog de Ezequiel. Miqueas 5, a nuestro juicio, se refiere a  Gog. Cristo, el verdadero Juez de Israel, estará entonces en la tierra; Aquel que una vez nació en Belén Efrata, y cuyas salidas son desde la eternidad, está entonces en medio de Su pueblo, para alimentar, bendecir, y protegerlos. Esto hace la expedición de Gog y sus sepulcros más seria. "Y éste será nuestra paz. Cuando el asirio viniere a nuestra tierra, y cuando hollare nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales; 5:6 y devastarán la tierra de Asiria a espada, y con sus espadas la tierra de Nimrod; y nos librará del asirio, cuando viniere contra nuestra tierra y hollare nuestros confines" (Miq. 5:5,6).

Este es el arreglo final de la cuestión oriental. Esta gran cuestión, que ha confundido a todos los líderes de Europa por largo tiempo. Cristo mismo entonces la arreglará para siempre. Nadie poseerá Sión y la tierra gloriosa sino Sus elegidos; todo los otros aspirantes serán desilusionados, y todos los objetores y oponentes serán destruidos. Jerusalén, en lugar de ser una piedra pesada para las naciones, será el centro de la tierra, todo dominio y gloria fluirán desde  allí.

Israel y las naciones aprenderán una solemne lección por medio de todos estos terribles eventos. En relación a Israel, leemos, "Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios" (Ezeq. 39:22). Sus corazones, ahora fríos e insensibles, antes de ese día se volverán al Señor; ellos entonces serán estudiantes dóciles en la escuela de Jehová. Las naciones,  también, entonces aprenderán su lección, que Jehová no permitirá que otros se entrometan con Israel, sino que Él mismo tratará con ellos en Su justicia, para que su mal pueda ser limpiado en vista a recibir Su permanente bendición: " Los paganos sabrán que la casa de Israel fue a cautividad por su iniquidad: porque trasgredieron contra mi, oculté de ellos mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos; y así ellos cayeron por la espada. De acuerdo a su inmundicia y sus trasgresiones he hecho con ellos, y ocultado mi rostro de ellos".

Después de estas palabras, Jehová procede a hablar de sus bendiciones, terminando con la seguridad, "y los entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a espada. Conforme a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos, y de ellos escondí mi rostro. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre. Y ellos sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad, y no haya quien los espante; cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos. Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor" (Ezeq. 39:23-29).

¡Cuan privilegiado es el cristiano de poseer todo este conocimiento de antemano! Nada es negado a los herederos celestiales del resucitado Cristo. Aunque nuestra propia porción es indudablemente en la casa del Padre en lo alto, y no sobre la tierra, se nos permite conocer todo lo que ocurrirá en esta escena, anterior y posterior a la venida de nuestro Señor Jesucristo. Pueda esto guiarnos, no a un espíritu de mera curiosidad ociosa, ya que nada es más serio y peligroso en las cosas de Dios, sino a una ferviente y sincera separación del mundo, mientras fielmente damos testimonio en este. Puedan nuestros corazones estar sobre Cristo en el cielo, de modo que cuando escuchemos Su  voz, diciendo en gracia, "he aquí que vengo pronto," podamos con gozo responder, "Amén. Si Amén, ven Señor Jesús" (Apoc. 22:20).

                                                                                                

                                                                  W.W. FEREDAY

 

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